Cada día este ciervo visita una anciana señora que se siente sola: entre los dos nace una maravillosa amistad
Algunas personas cuando ven un gran ciervo imaginan un buen trofeo, pero para esta anciana señora proveniente de Aurland, Noruega, la presencia del animal ha sido más que todo un signo de esperanza. A la edad de 81 años y después de la muerte del marido, Mette Kvam pensaba que habría pasado el resto de sus días en soledad en su aislada casa de montaña. En vez, no obstante la soledad forzada, Mette ha comenzado a recibir día tras día visitas inesperadas: cada día un ciervo se acercaba a la ventana de su casa. Entre los dos ha nacido una suerte de amistad especial.
via Facebook / Ingebretsen's Nordic Marketplace
Facebook / Ingebretsen's Nordic Marketplace
Generalmente los expertos recomiendan de no acercarse nunca a los ciervos. Aunque si son magníficos y parecen criaturas gentiles, pueden herir en modo significativo a una persona. Para Mette, sin embargo, aquel acontecimiento no tenía demasiada importancia. Una pobre viuda sola, en una casa rodeada de nieve...¿que cosa le podía importar de los posibles riesgos? Viendo el ciervo con sus impresionantes cuernos, no puede hacer a menos que enamorarse de él. Para ella, no representaba un animal salvaje y peligroso, sino un ser gentil.
Así un día decide de darle alguna cosa para comer
Facebook / Ingebretsen's Nordic Marketplace
Un buen día, Mette sacó afuera una hogaza de pan y se asoma por la ventana en espera de su amigo ciervo. Cuando llegó, el animal comenzó a alargar el cuello hacia lo alto para llegar a la ventana donde la anciana mujer le apoyaba el pedazo de pan. El ciervo no se asustó minimamente y toma el pedazo de pan directamente de la mano de Mette, lentamente y en modo delicado.
Si debes dar de comer a un ciervo cada día, como mínimo tendrás necesidad de darle un nombre. La mujer, de hecho, elige de llamarlo Flippen. Después de aquel primer encuentro, no estaba segura que el ciervo habría vuelto a ella...pero así fue.
La mujer también le ha dado un nombre: Flippen
Cada día Fippen se acerca a la ventana de Mette y espera su comida preferida. Desde aquel primer momento, en realidad, el ciervo volvió a hacerle visitas a la mujer, no una, sino más bien dos veces al día. Durante una excursión en la montaña, otra mujer de nombre Britt ha logrado a inmortalizar con su celular la expléndida interacción entre Mette y su "amigo" ciervo (aquí el video).
Mette hoy no se siente más sola y adora recibir la visita de Flippen cada día...¡que amistad maravillosa!