Buscar a cualquier costo de retener a la persona que nos ha hecho enamorar puede ser un gran error

por Patricia Zorzenon

15 Diciembre 2019

Buscar a cualquier costo de retener a la persona que nos ha hecho enamorar puede ser un gran error
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Comenzar una relación puede no ser siempre tan entusiasmante como se piensa. A veces nos damos cuenta muy pronto que la persona que estamos frecuentando no tiene intención de continuar la relación, incluso antes que de parte suya llegue alguna confesión. ¿Que cosa hacer en estos casos? ¿Esperar que el tiempo le haga cambiar de idea, con el riesgo de entrar en cólera con una historia destinada a no nacer? Buscar a toda costa de retener a la persona que nos ha hecho enamorar es un gran error. Se necesita dejar ir a quien no está pronto para amarnos.

via insider.com

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Las inseguridades en el amor son a menudo excusas para continuar una relación que ambos corazones saben de tener bajísimas posibilidades de nacer. En vez de buscar de mantener en vida alguna cosa que está destinada a no ocurrir, es mucho mejor hablar a corazón abierto: afrontar la situación es el mejor modo para que finalmente se deje ir a quien no está pronto para permanecer.

Se necesita aceptar la realidad: no debe dar miedo el hecho que la persona que estamos frecuentarndo no tenga la intención de comprometerse en alguna cosa de serio, sino más bien entender sus motivaciones e ir más allá. Vivir con la ansiedad de que lo que queremos no es lo que nuestra pareja quiere es mucho peor que aceptar la realidad.

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En estas situaciones, cuando las parejas recorren caminos diferentes por cuanto respecta el futuro de la relación, viene a menudo a faltar la comunicación. Decir abiertamente aquello que se espera del amor podría hacer emerger muchos más puntos de vista en común de cuanto se piensa. El silencio y la hostilidad, en vez, crean conceptos erróneos que aceleran en la dirección equivocada el final de la historia.

Solo a este punto podemos resumir que hacer, aceptando incluso el riesgo de tener que hacer la acción más difícil: dejar ir a quien queremos tener siempre cerca nuestro, hacer salir de nuestra vida a quien pensamos de no poder prescindir. Es difícil de aceptar, pero respetar la libertad de los otros es amar la propia libertad. El tiempo hará su camino y aquello que parece imposible de realizar, dejar de pensar en quien no quiere quedarse, se hará factible.

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