No tiene dinero para hacer todas las reparaciones de su casa: los vecinos ayudan a la anciana mujer a arreglar la casa
Si queremos hacer del mundo algo mejor, se necesita comenzar a practicar algún acto de gentileza desinteresado, que no requiera nada a cambio. A veces, es necesario darse una mano mutuamente, mientras otras veces sirve confiarse a la generosidad de un vecino de casa, de un amigo o desconocido. Si has tenido la suerte de experimentar el poder de la colaboración, sabrás que trabajar junto a otros puede ayudar a superar los desafíos, explorar nuevos modos y encontrar soluciones a nuestros problemas más comunes. La vida, a menudo, se presenta con problemas más bien inesperados y Anne Glancey, un maestro de New Jersey jubilado, ha resuelto uno con la ayuda de sus vecinos.
via Facebook / Kristin Polhemus
La anciana mujer no tenía a nadie a la cual recurrir sino a sus vecinos, Kristin y Adam Polhemus, cuando las autoridades de la ciudad han amenazado de multarla por las reparaciones necesarias que debía hacerle a su casa. Las autoridades locales de Hamilton Township le habían eniado un elenco de trabajos que debía hacer, entre ellos volver a pintar la casa, la eliminación de un vehículo abandonado en su entrada y el corte del pasto.
Anne no tenía suficiente dinero para hacer todas las reparaciones y estaba bastante molesta porque debía enfrentar tres infracciones, con multas que podrían alcanzar hasta $ 3,000 por día. Cuando mostró la carta a Adam y Kristin, la pareja decide inmediatamente de ayudarla.
"Hasta cuando mi mujer y yo no nos hemos mudado, ningún vecino había tenido nunca una conversación con ella. No tenía relación con ninguno del vecindario", ha explicado Adam.
Kristin ha publicado en Facebook un anuncio en donde invitaba a los vecinos de Hamilton a ofrecer alguna hora de su tiempo en el fin de semana para ayudar a Anne y arreglar su casa. "Anne no tiene suficiente dinero y sus capacidades físicas son limitadas...nosotros queremos mostrarle todo nuestro apoyo" decía una parte del anuncio. En el pedido de ayuda habían detallado los tiempos de trabajar y las herramientas que deberían llevar. Brevemente, 25 personas se han presentado en casa de Anne, armados de buena voluntad.
Gracias a la preciosa ayuda de sus vecinos, Anne ha logrado de poner en orden su casa abandonada y a evitar las multas. El costo total del trabajo habría costado a la anciana señora entre ¡10.000 y los 15.000 dólares! Una ayuda no solo práctica, sino también espiritual: Anne ahora es más extrovertida con sus vecinos y ha sido enriquecida por la gentileza de las personas que viven a su lado.