Vende sandwich de pollo para pagarse los estudios universitarios: hoy tiene una marca registrada y su empresa va maravillosamente
Angel Altamirano no la pasaba demasiado bien desde el punto de vista económico, pero no tenía ninguna intención de quedarse con las manos atadas. A los 23 años ha comenzado a vender sándwich de pollo para pagarse los estudios universitarios, después de 4 años difíciles, pasados en estrecha economía, hoy Angel vende casi 400 sandwich al día y todos lo conocen como "El chico de los Panes", o como "El joven de los sandwich", una marca que muy pronto ha registrado y que lo distingue.
via Facebook / El Chico de los Panes
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La idea le ha venido gracias a la receta de su madre de la mayonesa, que él siempre ha amado particularmente. El resto es muy simple: una zapatila, lechuga y pollo. Pero entonces, ¿que cosa tiene de especial? El joven de 23 años confirma que su carisma ha influenciado de modo fuerte el progreso de su emprendimiento; aunque el hecho de haber creado un diseño cautivante y abierto una página de Facebook donde compartir sus actualizaciones. Todo ha comenzado a causa de los problemas económicos que afligen a su familia: huérfano de padre a los 8 años, Ängel ha obtenido una bolsa de estudio por frecuentar la escuela secundaria, pero no para ir a la universidad. Por esto el joven ha tenido que escoger un modo alternativo para sostenerse y continuar a seguir los cursos.
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"Cuando estudiaba comunicación en la Universidad de Lima, resurgieron los problemas habituales económicos. Un profesor me sugirió la idea de la micro-empresa: vender alguna cosa en mi zona de la cual se sentía la falta. Así es que he pensado en los sandwich. El primer dia, he llevado solo cinco zapatillas para ver un poco como iba, al día siguiente he llevado casi diez y el otro sucesivo he comenzado a llevar más".
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La actividad de Angel ha crecido de prisa, cosa que el joven no se esperaba mínimamente. Gracias a la ayuda de un amigo, luego, ha realizado una aplicación para poder ordenar sus sandwich online. El último paso ha sido registrar la arca y ser en todo sentido una pequeña empresa. La alegría más grande, sin embargo, la he recibido cuando la universidad le ha dado el permiso de vender sus sandwich en el interior de la estructura: "mi padre me ha dado una mano desde arriba, porque él era un panadero y se que estaría orgulloso de mi, desde el momento que él tenía mucho carisma y yo lo he heredado de él".
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Carisma, orgulloso y fuerza de voluntad han sido determinantes en la elección de vida de este joven, que ahora se considera muy satisfecho de su camino. ¡Felicitaciones!
