La perra muere de miedo entre los brazos de su padre a causa de los fuegos artificiales demasiado ruidosos

por Patricia Zorzenon

21 Diciembre 2019

La perra muere de miedo entre los brazos de su padre a causa de los fuegos artificiales demasiado ruidosos
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En la noche de Fin de Año se usa festejar con amigos o parientes el fin de año y la llegada de aquel nuevo, con la esperanza que sea siempre mejor del anterior. Es en estas ocasiones que, sobre todo los jóvenes pero no solo ellos, se divierten a disparar barriles y fuegos artificiales de colores que, si de un lado ayudan a crear una atmósfera de fiesta, por el otro resultan excesivamente ruidosos e incluso letales para algunos pobres animales. Ruidos demasiado fuertes, como por ejemplo los barriles de fin de año, provocan un estrés increíble para aquellos perros, gatos y otros pequeños animales que tenemos en casa; en algunos casos, los animales no lo logran tolerar y mueren literalmente de paros cardíacos. Lamentablemente, es aquello que le ha sucedido a este boxer que asustado a muerte por los ruidos, ha exhalado sus últimos respiros entre los brazos del patrón.

via Facebook / ADAE

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Magui es una dulcísima perrita que lamentablemente ha perdido la vida a causa de un ataque cardíaco por culpa del ruido de los fuegos artificiales. Le ha sucedido el 14 de diciembre en su casa de Esquel, en argentina. Antonella Modasjazh ha visto como su perro Magui ha perdido la vida lentamente mientras el hijo mayor la abrazaba para intentar de calmarla. El amor que el hijo de Antonella le ha dado en aquel momento, lamentablemente, no le ha servido a hacer que el corazón de Magui resistiera al miedo. Se fue así, entre los brazos de su patrón, el cual ha hecho de todo para calmarla y consolarla. Pero de frente a los ruidos incesantes de los estruendos de los fuegos artificiales no se ha podido hacer nada.

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La familia ha compartido la historia sobre las redes sociales con un posteo muy emocional y con fotos de Magui; con su testimonianza han querido buscar de sensibilizar a las personas sobre los efectos de las bombas de fin de año en los perros: "¡Era nuestra amada amiga! Se llamaba Magui y recién ha muerto. Era anciana y estaba aterrorizada de los estruendos. No sabíamos donde meterla mientra los demás se estaban divirtiendo. Le ha agarrado un paro cardíaco, ¡hemos llamado a todos los veterinarios de Esquel para que nos ayudaran y ninguno nos ha asistido! El perro ha muerto entre los brazos de mi hijo, implorándome de llamar a alguien para que venga a ayudarnos".

¿Les parece justo que un animal deba perder la vida por nuestra pura y simple diversión? Son tantas las recomendaciones cada año, pero lamentablemente parecen no ser suficientes.

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