La madre permite al hijo de adoptar un perro y él elige un gato anciano y en sobrepeso
Desde niños es muy común soñar de tener un animal doméstico, un perro o un gato y quizás crecer junto a él. Tantos niños esperan de convencer a los propios padres en tener un perro y a menudo, este tipo de pedido prolongan por años. No todos logran tener la suerte de tener un perro o un dulce gatito, hay quien obtiene a duras penas un pez rojo, pero este pequeño de nombre Easton, tenía el camino llano, en cuanto la mamá lo ha llevado directamente a un refugio para elegir el perro que más le gustara. Con gran sorpresa de todos, Easton no ha elegido uno de aquellos perritos simpáticos y sonrientes ni menos un dulce gatito de pocos meses, su elección ha recaído ¡sobre un gato naranja grande y viejo de nombre Tiny!
via Exploits Valley SPCA Adoptables/Facebook
Exploits Valley SPCA Adoptables/Facebook
Considerando la reluctancia con la cual tantos padres responden al pedido de los propios hijos respecto a la adopción de un animal, podemos considerar un honor el hecho que una mamá permite al propio hijo de elegir al propio animal doméstico. Para un niño es como entrar en un negocio lleno de caramelos y tener la preocupación de la elección, dejando el hecho que los caramelos en cuestión serían dulcísimos animales en busca de amor y mimos. Ya el hecho de tenerse que alegrar de un solo animal hace la elección más bien difícil.
El pequeño Easton, igualmente, no había perdido la ocasión para elegir a su nuevo amigo de cuatro patas, y una vez puesto el pie en el refugio, ha seguido su corazón. ¿Que ha elegido? Un gato enorme de 10 años, que apenas había perdido su casa.
Un gatito tímido y en sobrepeso, con una gran panza redonda, que adora hacerse rascar, y es así que los voluntarios del refugio lo han llamado Tiny. Independientemente de su nombre, el gato es decididamente robusto y no habría pasado jamás inadvertido ante los ojos de Easton. El anciano gato y su hermana Trinity habían sido llevados al refugio por el anterior propietario a causa de "circunstancias imprevistas". Los dos gatos, hermana y hermano, no se habían unido nunca y en consecuencia, habrían podido tranquilamente irse en casas separadas.
Desde cuando ha salido de su jaula, Tiny se acurrucó junto a su nuevo patrón y no lo dejó más. ¡Este gato ha sido de verdad afortunado!
