Un grupo de mujeres ha creado una posada para perros callejeros, ofreciéndoles comida y refugio
En la sociedad en que vivimos, a menudo las festividades navideñas se vuelven un momento en donde dejarse guiar por el consumismo, pomba y ostentación, aunque si el significado de este momento del año debería ser bien diferente, seguramente más profundo. En Navidad, de hecho se necesitaría poner al centro solidaridad, amor y humanidad. Por suerte, en el mundo no faltan las personas que comprenden a fondo el significado de esta reaparición, haciéndose portadores de gestos nobles y de corazón.
Exactamente como el grupo de mujeres mexicanas que ha decidido de hacer un regalo de verdad especial a tantas criaturas que, silenciosamente y al borde de la carretera, tienen una enorme necesidad de ayuda.
via Ayudar x Ayudar - Rescatistas Unidos
Ayudar x Ayudar - Rescatistas Unidos/Facebook
Estamos hablando de los perros callejeros, que transcurren una cotidianidad de verdad difícil, olvidados, descuidados y a menudo en situaciones que los ponen a riesgo día tras día. Para ellos, la Fondazione Ayudar x Ayudar ha decidido actuar. El grupo Rescatistas Unidos de Matamoros - Tamaulipas, compuesto en gran parte por mujeres ancianas, ha decidido de crear una verdadera y propia posada, toda financiada por las donaciones voluntarias hechas a la asociación de personas con buen corazón.
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Así, en ocasión de las fiestas, decenas de perros menos afortunados, obligados a vivir en la calle entre notables dificultades, han podido refrescarse y repararse, gracias a la comida preparada por sus generosas ayudantas, las cuales obviamente no han hecho faltar una buena dosis de mimos y atenciones.
La iniciativa ha sido un éxito y ha recibido un gran aprecio por muchas personas que sobre las redes sociales, han visto la ocasión para elogiar aquello que los Rescatistas Unidos han organizado. Con pocos y simples medios, estas mujeres han logrado hacer mucho, demostrando que también un perro callejero es una criatura que merece atenciones y dignidad. En el fondo, los gestos más bellos son justamente estos: vienen del corazón y no piden nada a cambio, más allá de cualquier egoísmo.