8 señales que pueden indicar la presencia de cálculos renales
Los cálculos renales son acumulaciones de sales y minerales, constituidos a menudo por ácido úrico o calcio. Algunos son muy pequeños y son expulsados sin tratamiento, pero en los casos más graves pueden asumir grandes dimensiones y ser de verdad muy dolorosos.
Cuando no se bebe suficiente agua, la orina se vuelve más concentrada y si aumentan demasiado los niveles de minerales, puede nacer un cálculo renal. Esta patología es muy difundida y a menudo nos damos cuenta solo cuando se vuelve muy dolorosa, pero existen campanas da alarma que podrían inducirnos a hacer un control.
via healthline.com
- Dolor de un lado y de la panza. Es el síntoma más conocido y doloroso, con una intensidad comparable a aquella del parto. El dolor comienza en general cuando la piedra se mueve al uréter estrecho, bloqueando el flujo y haciendo aumentar la presión de los riñones.
- Dolor o ardor durante la orina. Es un síntoma conocido, que a veces es confundido con una simple infección urinaria (a menudo las dos cosas van de la mano.).
- Urgencia de ir al baño. La presencia de una piedra en el tracto urinario puede hacer que el flujo sea anormal. Se puede encontrar de tener que correr al baño repentinamente y quizás varias veces en un lapso de tiempo muy breve.
- Sangre en la orina. Es un síntoma clásico para las personas con cálculos renales, incluso si a veces las celulas sanguíneas no son visibles a simple ojo y son detectadas solo a través de los análisis.
5. Orina de mal aspecto. Si durante la micción el líquido es muy turbio o emana un olor anómalo, puede ser índice de un estancamiento de orina o de una concentración inusual.
6. Ir al baño a pequeños flujos. La presencia de la piedra puede causar interrupción o reducción de la cantidad de orina.
7. Náuseas y vómitos. Son síntomas muy comunes, debidos a la conexión entre los riñones y el tramo gastrointestinal, pero de seguro son los síntomas menos reconosibles.
8. Fiebre y escalofríos. Si la fiebre es intensa (más de los 38°) y persistente, puede indicar una infección en curso con proliferación bacteriana.
A menudo (si se es afortunado) los cálculos renales muy pequeños son expulsados a través de la orina sin siquiera que nos demos cuenta. Pero a veces no es así, y reconocer un trastorno a tiempo puede ser la ocasión para pedir al médico eventuales estudios.
