El propietario no admite animales en la casa, por eso estos 4 jóvenes piden al vecino de poder jugar con su perro
Crecer con un animal doméstico es una cosa que marca para toda la vida y que nos acostumbra, en un cierto sentido, a convivir con otro ser viviente desde la infancia. Es normal, de hecho, sentir la falta en el momento en que la vida nos impide de tener uno en casa. Los motivos por la que no podemos tener en la edad adulta un perro son muchos: falta de espacio, de tiempo o intolerancia hacia los animales en casa de parte de la pareja o familiares con la que compartimos el mismo techo. Estos 4 jóvenes ingleses, estudiantes de ingeniería, viven todos juntos alquilando el mismo departamento, pero no pueden permitirse de tener un perro porque el propietario no admite absolutamente animales en casa. Los 4 no se han desalentado y han buscado la complicidad de un vecino.
No pudiendo tener en el departamento un perro de ellos, cuatro jóvenes ingleses han decidido de escribir una carta al propio vecino de casa para pedirle permiso de cuidar, cada tanto, a su maravilloso perro. La carta hablaba claro: "Querido vecino, nuestro patrón de casa no nos permite de tener animales,(...)somos cuatro jóvenes que han vivido siempre con un perro, la vida de adultos es difícil sin un cachorro". El pedido de los jóvenes era simple, o sea jugar y llevar de paseo al perro del vecino cuando este último se hubiera encontrado demasiado ocupado para hacerlo.
Un pedido un poco extraño, pero en el fondo muy honesto y poco exigente, que ha encontrado la respuesta positiva del vecino. O mejor dicho...¡del perro en persona!
Como respuesta, de hecho, los jóvenes han recibido una carta abreviada y "firmada" directamente por la pata del maravilloso labrador, Stevie Ticks.
"Sabemos cuanto es difícil poseer un perro mientras se está alquilando y pensamos que una comunidad local positiva, amigable y accesible en todo es vital", ha respondido Chris, el patrón de Stevie, rompiendo una lanza a favor de la importancia de ser vecinos amigables. Además, la entera tarea ha sido una verdadera fuente de inspiración para tantas otras personas, que han tomado coraje y han entrado en contacto con los propios vecinos, reforzando las bases de aquella pequeña comunidad donde habitan desde hace años, quizás.
Stevie es un bellísimo cruce entre labrador Retriever y un Pastor Alemán, tiene 2 años y medio y pleno de energía. Su patrón Chris lo ha salvado y adoptado después de un accidente en la calle.
Entre Stevie y "los jóvenes" ha nacido una gran amistad, así como entre los vecinos. Cuando pueden, estan siempre contentos de pasar un poco de tiempo jugando con Stevie, cuidando de él.