Le roban el perro y ofrece su auto como recompensa a cualquiera que se lo devuelva
¿Que cosa no harían por el propio perro? Carlos Quiroga estaba muy mal por haber perdido a Falucho, su amadísimo perro y mejor amigo. Su padre se lo había regalado cuando el cachorro tenía solo 39 días de vida y desde aquel momento en adelante, los dos se han convertido en inseparables. La noche en que Falucho ha desaparecido sin dejar rastros ha sido un momento dificilísimo para Carlos, el cual habría hecho cualquier cosa con tal de volverlo a encontrar. El joven de hecho, decide de ofrecer su auto como recompensa a cualquiera que hubiese encontrado su perro.
via Facebook / Eel Pelaa Quiroga
Falucho ha sido un regalo del padre de Carlos años antes y representaba, por lo tanto, un símbolo de amor, el mismo amor que liga un padre a un hijo. Los dos han vivido miles de aventuras juntos y también tantos disgustos: el padre de Carlos, y el hombre que los había reunido en aquella gran amistad, lamentablemente, muere de modo repentino, dejando al joven y a su perro solos. Falucho de hecho, era un "recuerdo viviente" del amor que Carlos sentía por su padre.
Han pasado minutos, horas, días y semanas antes que Carlos pudiera volver a abrazar a su perro. Al final, cuando cada esperanza parecía ya perdida, Carlos recibe la noticia que esperaba desde hacía tanto: Falucho estaba bien y habría vuelto a él. Quizás su difunto padre había escuchado sus ruegos, porque un hombre de nombre José Acosta contacto a Carlos para decirles que había encontrado a su perro, 3 días antes del nuevo año.
Falucho había sido robado y llevado lejos de Carlos, el cual ha tenido que recorrer más de 100 km para volver a abrazar a su perro. ¡No ha logrado encontrar el responsable de un gesto tan cruel y espera de no encontrarlo nunca!
El hombre que ha encontrado a su perro, José Acosta, ha sido afectado por la triste historia de la pérdida de Falucho y cuando casualmente lo ha encontrado, cuidó al perro hasta que pudo contactar a Carlos. El hombre podría haber obtenido la generosa recompensa de Carlos, pero no quería nada a cambio.
Lo importante era que los dos se hayan podido encontrar de nuevo, ¡poco le importaba al hombre de recibir el auto como recompensa!
¡Una bella historia de amistad y pequeños milagros que afortunadamente, ha tenido un final feliz!
