Este joven tiene dos trabajos y estudia cada día en el parque para poder mantener a sus hijos
Hay personas donde la vida los pone frente a desafíos particularmente difíciles. Para ellos, es del todo normal pensar en no lograrlo, creer de no poder superarse o dar lo mejor de uno mismo. Y en realidad, lo es un poco para todos, cuando nos encontramos frente a obstáculos en apariencia insuperables. Es justo en estas ocasiones, todavía, que se logra sacar afuera el coraje más grande.
Como ha hecho Agustín Lorca, joven de 28 años de la ciudad de Córdoba en Argentina, que no ha tenido ciertamente una vida fácil. Día por día, sin embargo, logra sonreír e ir adelante con una gran fuerza de voluntad, ejemplar para todos. Casado y con dos niños de uno y tres años, el joven ha entendido muy temprano que su vida sería un camino de subida.
via La Voz
Así, remangándose las mangas y armándose de perseverancia, en vez de tirar la toalla ha decidido de superarse, buscando de mantener lo mejor posible a su familia. Desde la mañana temprano trabaja en el Chateau Park como empleado de mantenimiento; por la tarde toma sus libros y se pone a estudiar exactamente en el parque para seguir su sueño de terminar la escuela y ser ingeniero. De noche, finalmente, Agustín tiene un segundo trabajo en una pizzería.
Muchas personas, en sus condiciones, no habrían tenido el coraje de hacerlo en este modo. Agustín, sin embargo, es de verdad un joven excelente, que logra vivir siempre con su sonrisa estampada sobre la cara. Tanto es cierto que su empleador ha decidido de compartir con el mundo su historia, una de las tantas situaciones "invisibles" de pequeños-grandes héroes que luchan cada día por una vida dignidosa, para ellos y sus seres queridos. El joven de 28 años, de hecho, quiere para sus hijos un futuro de suceso y la mejor instrucción posible.
La constancia y el empeño de este joven han dado seguramente frutos maravillosos e inesperados. Su historia, de hecho, después de haber sido conocida, ha capturado la atención de la Universidad de Córdoba, que ha contactado a Agustín, comunicándole que el ateneo estará orgulloso de recibirlo, una vez que haya completado los estudios secundarios.
Fuerza y perseverancia tienen sus frutos: la historia de Agustín lo demuestra. Tener sueños, tener objetivos y coraje de cambiar, en el fondo, son exactamente cosas que en la vida ayudan a caminar e ir adelante no obstante todas las dificultades.
