Creía de haber perdido a toda la familia durante el Holocausto, pero a los 102 años este hombre logra volver a abrazar al sobrino
Cuando Eliahu Pietruszka se fugó de Polonia para refugiarse en Rusia no tenía ni siquiera 25 años. Detrás de él, madre, padre y un hermano más joven habían sido ya deportados del ghetto de Varsovia y asesinados en un campo de concentración por el maldito régimen nazista. Entre los gemelos de Eliahu, sin embargo, Volf logró escapar del campo, para luego ponerse en contacto con el hermano escapado.
La triste vida cotidiana de la época y la problemática historia, sin embargo, han hecho que Volf terminara de nuevo prisionero , esta vez en un campo de trabajo siberiano. Desde aquel momento, Eliahu estaba prácticamente seguro que no lo habría más visto. Así no ha sido y la increíble historia que estamos por contarles es testimonio.
via Independent
Al final de la guerra, Eliahu se casó y se transfirió a Israel para formar una familia totalmente propia. Volf, de hecho, no había muerto. Incluso él, después del conflicto, se ha construído una familia y ha encontrado un trabajo como obrero. Antes de su muerte, sin embargo, sobre la base de datos online de las víctimas del Holocausto Yad Vashem ha decidido que habría dejado un testimonio escrito justamente para su hermano mayor que no veía hacía décadas.
Un sobrino del anciano Eliahu, así, ha hecho alguna investigación genealógica de la familia, descubriendo en breve tiempo los rastros que Volf había dejado. Si el gemelo de Eliahu ya había muerto, su hijo Alexandre estaba vivo y bien y a los 66 años,decidió a través del sobrino que había investigado, encontrarse con su tío.
En pocos días los dos han logrado organizar un histórico encuentro. A la venerada edad de 102 años, Eliahu, uno de los pocos sobrevivientes del exterminio nazi en el mundo, ha encontrado un contacto directo con su familia, volviendo a abrazar un pariente estrecho de la cual no estaban ni siquiera al tanto. Inútil describir la enorme conmoción del momento. Tío y sobrino de verdad han emocionado al mundo entero, encontrándose después de 80 años donde los contacto entre las dos familias se habían perdido.
Una historia potente y conmovedora al mismo tiempo, que muestra todavía una vez más cuanto el espíritu humano está en grado a veces, de pasar por arriba también las distancias y las dificultades más grandes, encontrando siempre nuevas razones par seguir adelante.