Queridos hijos, llegará el día en que se convertirán en padres de vuestros padres: así le devolverán el amor recibido
Todo aquello que somos, desde nuestro nacimiento hasta la edad adulta, depende en gran parte de dos grandes maestros: papá y mamá. Siempre han estado para nosotros, pero debemos ser conscientes que llegará el día en que seremos nosotros a cuidar de ellos y a restituir todo el amor que nos han dado siempre. Cuando somos muy pequeños dependemos de papá y mamá en todo y para todo, si nos enfermamos están, cuando caemos están allí, cuando teníamos hambre eran ellos que nos daban de comer.
via American Psychological Association
Nos han ayudado a hacer las tareas e incluso nos han consolado la primera vez que nos han roto el corazón. Pero en el curso de los años y cuando nos hemos convertido en adultos, los padres envejecen y pierden fuerza y es entonces que es necesario cuidar de ellos. Incluso, hay algunos casos en que mamá o papá no han sido exactamente modelos de vida para los hijos, pero una persona de corazón noble debería pensar que si está en este mundo es gracias a sus padres. En estos casos la mejor cosa que se puede hacer es poner aparte los rencores que dañan el corazón y devolverlo con agradecimiento y amor.
Aunque si a menudo puede ser difícil cuidar de los padres con la misma dedicación que ellos han tenido por nosotros, sea por trabajo u otras obligaciones, es mejor que el hijo esté lo más presente posible en su vida, recordándoles que todo el amor que una vez han regalado un día será restituído.
Tener padres felices dará plenitud a toda la familia, dejando la satisfacción que vale la pena vivir la vida junto a ellos. Es el mejor regalo de agradecimiento que se puede dar; recordándose que un adulto más anciano no es un peso, al contrario, les abrirá los ojos sobre las prioridades del ser humano, porque mamá y papá, aunque si ya son ancianos, no dejan nunca de enseñarnos a vivir.