Llorar no es un signo de debilidad, sino de inteligencia emocional: lo confirman algunos expertos
A un cierto punto de nuestra vida, estamos todos frente a situaciones difíciles y estas pueden desencadenar emociones negativas que juntas traen decepción, tristeza, consternación o rabia. Si algunas personas logran superar las dificultades de la vida quedando impasibles, otras pueden en cambio expresarlas con el llanto. Incluso, el llanto es a menudo asociado a una forma de sensibilidad que vuelve al individuo más vulnerable que otros y en consecuencia, muchas personas se aíslan para hacer descender las lágrimas, pensando en esconderse por su debilidad. ¿Y si el llanto fuera en realidad un signo de inteligencia emocional? Algunos expertos están plenamente convencidos.
via New York Times
En la creencia popular, el llanto es un signo de fragilidad emocional e incluso de inmadurez; junto al modo en que los niños expresan sus necesidades emocionales, derramar lágrimas puede llevar a la verguenza. También este es un mecanismo fisiológico que no controlamos siempre, pero en realidad, expresando nuestras emociones cuando se presentan, podemos aliviar una pesada carga psicológica derramando alguna lágrima.
Según Daniel Goeman, eminente psicólogo, la inteligencia emocional es definida como la capacidad de identificar, comprender y gestionar las propias emociones. Cuando contenemos las lágrimas, son nuestras emociones que luchan por expresarse, por lo tanto, reprimimos nuestra rabia y nuestra tristeza en modo de sufrir los efectos de esta última. Según el doctor Frey, bioquímico y jefe del departamento de psiquiatría de Ramsey Medical Center, las lágrimas son un proceso que permite al cuerpo de liberar toxinas inducidas del estrés emocional. En efecto, las lágrimas secretas durante una situación emocional dolorosa están cargadas de proteínas y hormonas relacionadas al estrés (ACTH y prolatina), por lo tanto, el experto considera que las lágrimas ayudan a calmar el espíritu.
Más allá de la capacidad de aliviar las tensiones psicológicas las lágrimas tienen diferentes ventajas, como recuerda la psicóloga Michele Hosseini:
- Alivian la tristeza y la depresión: como sugieren los investigadores de la Pasteur Institute, las lágrimas contienen opiorfina, una prótesis que tiene efectos contra la depresión. En consecuencia, el llanto alivia el estrés, la tristeza y la anciedad y recupera el buen humor.
- Ayudan a comunicar nuestros sentimientos: el lenguae no verbal representa gran parte de nuestra comunicación. Por lo tanto, consideramos que las lágrimas son un medio de expresión como cualquier otro. Cuando las palabras se vuelven difíciles de expresar, el cuerpo puede asumir el control y definir determinadas emociones; las lágrimas serían entonces, un modo para evidenciar el sufrimiento y la necesidad de consolación.
- Alivian algunas fuertes emociones: Cuando se verifica una sobrecarga de emociones relacionadas al estrés, angustia e incluso alegría, las lágrimas pueden ayudar a regular las emociones. En efecto, en ciertas situaciones pueden aparecer también lágrimas asociadas a sentimientos de felicidad, por lo tanto, el llanto ayuda a liberar todas las tensiones internas y restaurar el equilibrio emocional.
- Ayudan a dejar ir las emociones negativas: Vivimos en un contexto en donde el estrés a menudo nos abruma. Pensando en el pasado, el presente o el futuro, algunas emociones pueden surgir e incitar a ponerse en discusión. Pero cuando lloramos, estas ideas pesimistas que pueden obstaculizar nuestro bienestar generalmente disminuyen al final.
- Protegen el ojo: Las funciones principales de las lágrimas es proteger la córnea. Cuando las glándulas lagrimales producen lágrimas, la córnea tiene algunos beneficios, entre los cuales la lubricación y la protección de los agentes patógenos. En realidad, la capa lagrimal contiene sustancias que actúan como antisépticos para los ojos, protegíendolos de irritaciones y potenciales infecciones.
En definitiva, ¡llorar todo sumado no hace mal!
