El sacrificio de una mamá: para dar a luz a su hijo, esta joven elige de interrumpir la quimioterapia
Hay historias que es poco decir que son devastantes, que no obstante su grado de desesperación, logran igualmente a transmitir un poco de esperanza para el futuro. La historia de Jennifer Michelle Lake es decididamente una historia dolorosa, pero también siempre una historia que habla de coraje y de elecciones personales. La joven era una teenager americana como muchas otras, con un novio amoroso y una vida llena de esperanzas para el futuro. Pero sus sueños, han sido repentinamente rotos el día en que los médicos le han diagnosticado un tumor al cerebro. Ninguno está pronto para recibir una noticia de este tipo, imaginemos una joven de 16 años.
via Facebook / In loving memory of Jennifer Michelle Lake
Facebook / In loving memory of Jennifer Michelle Lake
En vez de vivir la propia adolescencia de modo despreocupado, Jennifer ha tenido que afrontar la cansadora batalla contra el terrible mal. Inicialmente, los médicos le han informado sobre el hecho que el tumor era largo de casi 2 cm pero, luego de haber seguido una serie de otros estudios, se ha descubierto que la situación era todavía peor de cuanto le hubiesen planteado al comienzo: el tumor esta más grande y lamentablemente, se había propagado en otras partes del cuerpo.
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Los médicos han sido de inmediato muy claros respecto a sus posibilidades de supervivencia: aunque si hubiera decidido de haberse sometido a la quimioterapia, sus chances de derrotar la enfermedad quedaban igualmente muy bajas. Además, sometiéndose a tratamientos, se habría convertido en estéril, para una mujer que sueña el día en que se convertirá en madre, se trata de una devastadora noticia.
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"Nos han dicho que no podía quedar embarazada, entonces no nos hemos preocupado", ha dicho su novio Nathan, de 19 años. En vez, "el milagro" ha sucedido: inesperadamente, Jennifer ha quedado embarazada de su novio, haciendo la situación todavía más complicada de cuanto ya lo era.
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A este punto, Jennifer ha tenido que tomar una decisión difícil: continuar la quimioterapia, no obstante las pocas posibilidades de supervivencia y hacer mal al bebé o dejar el tratamiento. Para una joven donde el más grande deseo ha sido convertirse en mamá, la elección debe haber sido natural.
Jennifer ha elegido de continuar el embarazo y dar a luz a su bebé: el pequeño Chad Michael.
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La mamá de Jennifer, Diana Phillips, ha recordado el día del nacimiento de su nieto y ha dicho que en aquel momento su hija ha aferrado la mano de la obstetra, susurrándole: "He terminado, he hecho aquello que quería hacer. Mi bebé estára aquí al seguro".
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Apenas seis días después de haber tenido a su hijo, Jennifer ha sido dada de alta del hospital. Lamentablemente, ha podido transcurrir con su bebé solo 6 días. En el momento en que murió, el pequeño Chad estaba entre sus brazos.
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Ahora, años después de su desaparición, la familia de Jennifer se está asegurando que Chad sepa todo lo que ha hecho su madre por él y cuanto amor sentía. Su historia ha hecho el giro del mundo desde cuando la joven ha fallecido, en Facebook ha sido creada incluso una página dedicada a Jennifer, para recordar su gesto de amor.
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