Este abuelito no logra vender sus juguetes, pero una joven lo ayuda compartiendo su foto
Hay personas a la cual la vida y el destino no siempre le ha sonreído. Para ellos, tantas circunstancias desfavorables han hecho que llegaran a la vejez en situaciones no seguro de rosas y felices. Exactamente como Don Ramón, 70 años que, después de una vida de cansancio para tirar adelante, no lograba exactamente vivir con tranquilidad y satisfacción por culpa de sus condiciones económicas desfavorables.
No obstante el cansancio, Ramón estaba obligado a continuar a trabajar, si bien su actividad no rindiera como lo esperaba. El encuentro con una mujer gentil y de gran corazón incluso, ha cambiado mucho su situación.
Después de más de 35 años transcurridos siendo carpintero, Don Ramón ha sido obligado a continuar trabajando para sobrevivir. Imposibilitado a desarrollar el trabajo en el astillero el anciano ha decidido dedicarse a construir juguetes artesanales, cosa que ya hacía en el pasado como hobby para sus hijas.
Así, ha comenzado a producir vendiendo sus muebles rosas para la casa de muñecas, con un banquito puesto afuera de un zoológico de Chipancingo en México. Pero el negocio, nunca despegó y para el anciano la situación ha ido lentamente empeorando. Hasta que un día Fernanda Valle, una joven mujer, estaba caminando allá afuera y se acercó a Don Ramón. No se ha necesitado mucho para entender que el hombre tuviera un ánimo dulce y una historia con problemas en sus espaldas.
Después de una agradable charla, Fernanda ha decidido que con un pequeño aporte de su parte, podía hacer mucho por Ramón. Así, ha publicado sus fotos y aquellas de sus trabajos artesanales sobre las redes sociales, publicando de hecho la actividad del anciano de 70 años. A ese punto, ha sucedido una cosa que fue milagrosa. Gracias al poder de difusión de las redes sociales, miles de personas han observado y compartido a su vez las imágenes que retratan al anciano y su banco.
Muchísimos usuarios han mostrado interés por los productos artesanales del anciano, tanto de dirigirse especialmente allí para comprarlos. Y la fama de Don Ramón ha atravezado también las fronteras de México, dado que el hombre ha recibido diferentes pedidos de venta incluso para los Estados Unidos. En el fondo, este anciano de 70 años tenía solo necesidad de ser escuchado y publicitado un poco. Gracias al pequeño-gran gesto de la joven, este abuelito podrá finalmente dormir sueños más tranquilos y disfrutar de su tercera edad.