Esta joven adopta de la perrera solo perros ancianos, regalándoles afecto y calor en los últimos años de vida
Cuidar un perro es mucho más que limitarse a darle de comer y a llevarlo a hacer el paseo cotidiano. Tener uno de estos amigos de cuatro patas al lado significa considerarlo y estimarlo como un verdadero y propio miembro de familia. El motivo es fácil de explicar: estas criaturas tienen necesidad, porque, mucho más que tantos otros animales, logran sostener una unión de empatía con los humanos que es simplemente único.
Por esto, cuando se encuentran en refugios o perreras, es siempre difícil para ellos encontrar equilibrio y serenidad. Especialmente por aquellos más ancianos o enfermos, es de verdad triste pensar que transcurrirán sus últimos día en una estructura que, para ellos, no tiene nada de familiar. En Italia, hay una joven que ha decidido de hacer lo mejor para darle una mano a estos perros especiales.
via Today
Se llama Debora Rizzo y es una voluntaria que, para regalar los momentos únicos a muchos perros que han alcanzado una edad avanzada, ha pensado bien de adoptar de la perrera solo aquellos ancianos. Esta joven de 30 años es una verdadera amante de los perros y desde hace años se mueve en el panorama del voluntariado para los animales sin hogar.
Los perros ancianos son aquellos que en general ninguno quiere adoptar, pero no Débora. La joven de hecho, no quiere cachorros, sino que prefiere tomar consigo exactamente los animales de cuatro patas más viejos y a menudo enfermos. Cuando puede lleva uno a su casa, como ha hecho por ejemplo con Nike, perra de 14 años que se ha quedado con ella por casi un mes antes de morir.
Un período breve, seguramente, para una situación para nada alegre, pero que Débora, gracias a su buen gesto, ha mejorado, regalando al animal un poco de serenidad en sus últimos días. Y después de Nike han estado muchos otros. Exactamente como los ancianos, los perros que Débora toma consigo tienen rasgos caracteriales ya bien marcados, que a menudo la joven decide de secundar.
Cada uno de ellos tiene una historia diferente a sus espaldas y cuando mueren seguro el dolor no falta. Débora, sin embargo, tiene la conciencia de haberle regalado a todos días o meses de verdad inolvidables y llenos de amor.