Después de un grave accidente en la carretera, el perro cuida de su patrón por 40 horas hasta que llega la ayuda
El mundo está lleno de perros valientes y de seres humanos que tienen necesidad de ser salvados. Un perro sabe bien como demostrar afecto y restituir todo el amor que ha recibido de su patrón. Se sabe, que los perros logran percibir, mejor que nosotros los seres humanos, las situaciones de peligro y a menudo, buscan de ponernos en guardia respecto a algunas circunstancias.
Sako es un inteligentísimo Pastor Alemán de color negro, que literalmente ha salvado la vida a su patrón de 16 años, Joseph, el cual se encontraba en el auto con una tía, un primo y un amigo, en aquello que parecía ser un viaje tranquilo de regreso a casa. Inesperadamente el auto se estrelló y lamentablemente todos han perdido la vida excepto Joseph, el cual quedó milagrosamente con vida, gracias a la intervención de Sako.
Los únicos en quedar con vida fueron Joseph y su amado Sako, el Pastor Alemán que lo acompaña en la vida desde cuando era niño. Joseph ha contado de haberse dormido sobre el asiento trasero y de haberse despertado de sobresalto, sin entender bien que cosa estaba sucediendo. Después del terrible impacto, Joseph recuerda solo de haberse encontrado imposibilitado para moverse (el joven había sufrido más de una fractura); así fue que se ha agachado cerca de Sako y a intentado de dormir.
El perro no lo ha abandonado jamás: estuvo junto a él por unas 40 horas, hasta que el primo de Joseph, después de 2 días de búsqueda, ha logrado encontrarlos. Durante aquellas larguísimas 40 horas, Sako ha intentado de todo para consolar a su patrón: le ha llevado palos de madera para encender un pequeño fuego (afortunadamente Joseph tenía consigo un encendedor), lo ha hecho hidratar arrastrándolo cerca a un riachuelo donde corría un poco de agua y finalmente, lo ha protegido del ataque de animales salvajes.
Durante aquellas largas horas, Joseph recuerda de haber sentido con sus propios oídos, el sonido de estos animales, presumiblemente algunos coyotes. Sako no ha perdido tiempo y ha luchado con ellos. Poco después, Sako ha regresado a Joseph, pero esta vez con una herida en el cuello: la única escena a la cual ha podido asistir el joven sobreviviente.
Si no hubiese sido por la reacción de este valiente perro, quizás la historia no habría tenido el final feliz que merecía.