El padre vende su auto de época para pagar los estudios a la hija: ella se lo vuelve a comprar en secreto después de 21 años
Están siempre allí para nosotros, a consolarnos en los momentos oscuros y a darnos una mano cuando las dificultades de la vida nos parecen de modo tal de no poder ir adelante. Estamos obviamente hablando de los padres, personas especiales, figuras insustituibles para cada uno de nosotros, que se harían en cuatro con tal de vernos felices, sacrificándose y privándose incluso de aquello que más quieren.
Exactamente como ha hecho el padre de Stephanie cuando, en 1993, ha decidido de vender su amada Ford Sedan del 1936, una verdadera y propia reliquia del anticuariado automovilístico, comprado y restaurado por él cuando tenía 16 años. ¿El motivo de la venta? Pagar los estudios a su hija, para consentirla de tener un futuro mejor y de realizar sus sueños. Después de unos 21 años, sin embargo, Stephanie ha decidido de demostrarle su gratitud en un modo de verdad especial.
El padre de Stephanie ha conservado siempre con él, el recuerdo de su amada Ford de la época, auto de la cual estaba de verdad orgulloso, tanto de haberla expuesto en varios eventos automovilisticos, donde se le ha adjudicado a menudo el primer premio. "Me hablaba siempre de este auto", ha contado Stephanie, "siempre decía que la habría vuelto a comprar si la hubiese podido encontrar".
Así, 21 años después del maravilloso sacrificio del padre, Stephanie ha comenzado a ocuparse para hacerle saber al hombre cuanto estaba agradecida de su gesto, arquitectando por él algo de verdad inesperado. El sueño del papá de encontrar la Ford Sendan ha sido también el sueño de Stephanie y después de varios meses pasados en la búsqueda, la joven ha logrado encontrarlo
Era exactamente ese: el bellísimo Ford Sedan del 1936 vendido por el padre en 1993. Gracias incluso a una recaudación de fondos organizado en GoFundMe, Stephanie ha logrado aquello que parece una tarea muy dificil: volver a comprar el auto a su padre y devolvérselo.
El video en donde la mujer ha filmado la reacción del padre cuando ha encontrado su glorioso Sedan estacionado frente a la casa describe mejor que mil palabras la emoción que este hombre ha sentido viéndola allí, toda suya, exactamente como en un tiempo. No hay más que decir: ¡la generosidad y los sacrificios hechos por los demás, a menudo, son premiados cuando y como menos nos lo esperamos!
