Este restaurante en Perú prepara un "menú" alternativo para los perros callejeros con restos de brochetas de carne
En el estado sudamericano del Perú el número de los animales callejeros por la calle aumenta siempre más desmesuradamente y las pésimas condiciones socio-higiénicas de algunas de las periferias más grandes de la ciudad del país no hacen que agrandar el problema. Un problema que está vivo y presente en Lima, la capital de Perú, en algunas zonas asediadas de perros callejeros sin hogar en busca de comida. Existe, sin embargo, un restaurante que ha creado un "menú" alternativo para no dejar estos pobres perros sin comida al final del día.
via Caretas
El restaurante se encuentra en el distrito de Ate en la capital peruana y se llama "Ajilalo" y para ayudar a dar de comer a los pobres perros callejeros de la zona, al final del día de trabajo, este local reagrupa los restos de la carne de la brocheta tradicional, lo mezclan con arroz, lo enfrian y se lo dan luego a los amigos de cuatro patas más necesitados de alimentos.
Gerardo Reyes Ortiz, llamado "Lalo", es el propietario del restaurante de Ate y en la página de Facebook oficial de su local ha publicado algunas fotografías de los perros callejeros que cada noche, poco antes del cierre del local, se acercan para comer los restos de los gustosas brochetas de carne de Lalo, impulsando incluso a los otros restaurantes de la ciudad de Lima hacer lo mismo.
La idea de Lalo es que esta iniciativa ponga de frente a las administraciones locales de cuanto el problema del vagabundeo animal toque así a tantas áreas de la sociedad, como por ejemplo la higiene pública, los derechos por los animales y la necesidad que tengan una vida digna y protegida. Además, gracias a esta iniciativa, Lalo y su restaurante combaten también las sobras de la comida, visto que las sobras en este modo no sean desperdiciadas.
Felicitaciones a Lalo y a su local de gustosas brochetas en dar una mano a estos amigos de cuatro patas menos afortunados y darles una comida caliente al final del día, regalando un poco de dignidiad y alegría a estos pobres perros.