Después de 4 cirugías, una niña con parálisis cerebral ha dado sus primeros pasos sola contra cada expectativa
No se dejen decir por ninguno que cosa podría o no podría hacer su hijo, porque será él mismo en demostrar las propias capacidades. Es este el pensamiento de una mamá que tuvo que afrontar muchos pasos difíciles desde cuando su segunda hija, Lennyn, ha nacido. La pequeña tiene casi 1 año y medio y nació con diez semanas de anticipación. Lamentablemente, en el nacimiento, los padres - Brianna y Seth - han descubierto que Lennyn sufría de hidrocefalia, una condición por el cual se verifica un derrame de líquido en exceso al cerebro. Como si no bastara, poco después , los médicos les han comunicado que la niña sufría de parálisis cerebral. La pequeña y valiente Lennyn, sin embargo, ha afrontado cada uno de estos desafíos con una sonrisa y sin miedo, ¡Haciendo así grandes pasos hacia adelante!
La pequeña Lennyn ha tenido que sufrir unas 4 intervenciones quirúrgicas del cerebro y los médicos no estaban para nada seguros que la niña podría hablar o caminar algún día. Se trata de noticias difíciles de digerir para un padre, pero ninguno en la familia se dejó desalentar de los tristes pronósticos: Lennyn al principio ha afrontado todo con gran determinación, sin considerar ni siquiera el hecho de que habrían cosas para ella casi imposibles de hacer. Exacto: nada es imposible cuando se tiene en claro el objetivo a alcanzar.
Lennyn ha logrado dar sus primeros pasos, con gran asombro de todos y con gran orgullo de mamá y papá. Los primeros pasos fueron hechos hacia la hermana mayor; después, Lennyn ha continuado con una terapia de rehabilitación física, para reforzar las piernas y gracias a un apoyo externo ha logrado moverse. A fuerza de probar, Lennyn ha logrado en la tarea, casi imposible según el parecer de los médicos, de caminar por sí sola.
La mamá Brianna rápidamente ha registrado la escena en la cual la pequeña Lennyn se pone en pie por si sola, sobre sus piernas, caminando sin la ayuda de un apoyo externo. La alegría está verdaderamente a las estrellas: la niña camina y tropieza exactamente como cualquier otro niño de su edad haría. Y pensar que los médicos le habían antedicho que una probabilidad del género habría sido extremadamente remota.
Cualquier otra cosa que estuviera obligada a afrontar esta niña combatiente, sabemos que lo hará con determinación y con la sonrisa en su rostro. ¡Felicitaciones!
