"Tu madre te consolaba con el solo latido de su corazón": la conmovedora carta de un papá al hijo recién nacido
Tener un hijo por primera vez en la vida te la cambia para siempre, la cambia para mejor. Esta es una verdadera y propia experiencia transformadora ya sea para la mamá como para el papá; y si es la madre que durante los canónicos 9 meses del embarazo transporta el sufrimiento físico y psicológico de niño que está por venir al mundo, poco se habla del viaje psicológico del papá en la dulce espera. William Trice Battle de Dallas, en Texas, ha querido contar su conmovedora experiencia.
via The Sun
William se ha convertido hace poco en un nuevo papá y como un padre modelo, ha querido asistir al momento del trabajo de parto de la mujer Lauren desde el comienzo de la internación en el hospital hasta el final. La experiencia de asistencia del dolor y del sufrimiento físico de la mujer en aquel momento tan importante ha sido una verdadera y propia experiencia transformadora para William, que ha declarado: "Verla afrontar las pruebas del embarazo, del parto y de la maternidad, ha cambiado mi vida...Ha transformado mi amor por ella y mi aprecio por las madres de todo el mundo . Hay muchos modos en donde puedo demostrar el amor y el aprecio frente a ella, pero las palabras de aprecio por todo aquello que ha hecho son sus preferidas y las más queridas".
Una experiencia del estilo ha incentivado días después al hombre a escribir una conmovedora carta dedicada al hijo recién nacido:"Por 9 meses, tu madre era todo aquello que conocías. Antes que te aferrara entre sus brazos, tu madre te tenía y no te dejaba nunca ir. Primero que sacrificase mi tiempo por tí, tu madre sacrificó con placer su cuerpo. Antes que te consolara cuando estabas enojado, tu madre te consolaba con el solo latido de su corazón. Antes que te consolara cuando estabas nervioso, tu madre lo hacía solo con el sonido de su voz. Antes que pudieras hacer cualquier cosa por ti, tu madre ha dado todo por ti. Tu madre es la razón por la cual te tiene entre mis brazos hoy. Antes incluso que fueras una lucecita en mis ojos, estabas en el corazón de tu madre. Tu vida, tu seguridad y tu misma existencia dependían de ella. Algo que no podré nunca pagarle".
Las palabras de William luego continuaron: "Se necesitará mucho tiempo para entender el peso, la profundidad y la inconmensurabilidad del amor de tu madre por ti. Pero un día, cuando tengas tus hijos, entenderás entonces que cosa veo tan claramente. Entonces te tendré abrazado, pero tendré más fuerte a tu madre, porque mi amor por tí crece al unísono de la medida del amor de una madre".
La conmoción es grande al leer la gratitud y el profundo respeto de este hombre que ha aprendido con su experiencia directa a mirar con ojos nuevos al duro rol de la mamá y a entender que un trabajo de este estilo, en la vida, no podrá nunca ser pagado suficientemente. Gracias a todas las mamás del mundo por aquello que han hecho para traernos al mundo y gracias a todos aquellos papás que, una vez nacidos, nos han tenido abrazados entre sus brazos, porque su rol apenas había comenzado.