A todos aquellos amigos que, no obstante la imprevisibilidad de la vida, quedan siempre a nuestro lado
Pocas son las certezas que tenemos en la vida y entre estos pocos pilares a la cual podemos aferrarnos son los amigos, aquellos verdaderos. No nos referimos a la marea de conocimientos que nos sacuden durante el curso de nuestra experiencia y ni siquiera a los muchísimos amigos que quizás poseemos, ciertos tipos un poco más simpáticos, otros quizás menos. Recordemos siempre una cosa: no todos nuestros amigos están dispuestos a estar al lado en el buen y mal tiempo, en nuestros momentos difíciles así como en aquellos eufóricos.
via Psychology Today
Ser verdaderamente amigos de una persona significa estar junto a ella en cada ocasión; no importa que cosa le reservará la vida, el verdadero amigo estará siempre allí con la mano extendida, un tierno abrazo y la palabra justa. No importa que tu seas pobre o rico, deprimido o euforico, social o antisocial, que tu vivas un momento difícil de tu vida o simplemente estes buscando en cambiarla; el verdadero amigo no te juzgará jamás, más bien estará siempre pronto a consolarte y entenderte.
En situaciones de vida donde muy a menudo ni siquiera nuestros miembros de la familia parecen a veces comprendernos a pleno, los verdaderos amigos en cambio tienen este "poder": saben mirar más alla del velo de las apariencias para escanear en nuestra alma...
Pero cuidense bien: los verdaderos amigos no son aquellos que nos consuelan y nos dan la razón cada momento sobre cada cosa, sino que son los primeros en enojarse o hacernos entender con las palabras concretas y francas que a menudo nos hemos equivocado nosotros y actuar en un cierto modo. Los verdaderos amigos nos regañan hasta que nosotros podamos tener la fuerza para levantarnos, comprender nuestros errores y saber cambiar para mejor...
¿Que cosa sería el mundo sin estos amigos que nunca jamás nos abandonarán por ninguna razón? ¡Nosotros brindamos por ellos!