Estar en casa por el Coronavirus no son unas vacaciones, pero puede ser la ocasión para cultivar relaciones e intereses
A ninguno de nosotros nos gusta la situación que estamos viviendo a causa de la pandemia del Coronavirus. Las noticias que continúan, día tras día, no son reconfortantes y es por esto que autoridades sanitarias e instituciones, un poco por todas partes, aconsejan de evitar lo más posible contactos sociales y contextos en donde haya demasiada multitud o distancias de acercamiento.
Los negocios y las escuelas cierran; muchas actividades se detienen o disminuyen: las medidas dirigidas a la contención del virus van en esta dirección. Para muchas personas esto significa transcurrir más tiempo en casa, con modificaciones en la cotidianidad de los más jóvenes. Sobre todo ellos necesitan recordar que aquello que estamos viviendo no son unas "vacaciones forzadas", sino una emergencia sanitaria. Una cosa seria, que merece ser manejada con responsabilidad y buen sentido. Entonces, ¿porque no encuentran alguna cosa de positivo incluso en esta situación?
La emergencia está, y ninguno, en el pasado reciente, se ha tenido que enfrentar a una situación semejante como la del Coronavirus. Dicho esto y para no dejarse guiar por la ansiedad, estrés y frustración, es bueno tener en mente que, incluso en una situación en la que estamos obligados a movernos lo menos posible, podemos encontrar ideas positivas. Para nosotros y para los demás.
¿Que cosa significa? Las paredes de nuestras casas no son una prisión, sino un lugar donde muy a menudo, tomados por el frenesí cotidiano, nos olvidamos el valor. En casa tenemos nuestros afectos, nuestros espacios, nuestras cosas. No se trata solo de un modo de decir: estando en casa podemos de verdad descubrir el placer de estar en familia y cultivar intereses que, por motivos de demasiadas actividades cotidianas a la cual estamos acostumbrados, quizas postergamos.
Y no estamos hablando solo de nosotros mismos, sino incluso y sobre todo de las situaciones en donde hay parejas e hijos en casa. Especialmente si son pequeños, las cosas para hacer y con la cual divertirse no faltan, pero también nos podemos divertir con los niños más grandes. Desde un dibujo a un buen libro, pasando por un trabajo creativo bricolage o hecho por ellos mismos, una ayuda con las tareas o alguna hora en la cocina: las alternativas a una salida están, basta solo ingeniárselas un poco y ponerlo en práctica.
Haciendo así, no solo las relaciones traerán sus beneficios, sino que podremos al mismo tiempo, evitar de poner en riesgo nuestra salud; aquella de nuestros seres queridos y de los demás. Sin contar que tenemos la ocasión, nunca como ahora, de hablar y profundizar la relación con quienes amamos, aprendiendo cosas nuevas y útiles.
Los instrumentos tecnológicos, luego, permiten de quedar conectados el uno con el otro y esto es bueno sobre todo si tenemos hijos grandes que, en cambio de un aperitivo o de una noche con los amigos, pueden siempre estar en contacto con videollamadas y redes sociales.
Para muchos padres, esta puede ser una ocasión única para proponer nuevas actividades a los más pequeños y salvaguardar su salud. Tenemos necesidad de esto en el momento que estamos atravesando, porque solo con un buen sentido y responsabilidad podremos decir de ser una comunidad, unidos contra un virus que podemos y debemos derrotar.
