Luego de 60 años de matrimonio, marido y mujer mueren a pocas horas de distancia a causa del Coronavirus

Severa Belotti y Luigi Carrara son una pareja anciana de 82 y 86 años respectivamente, ciudadanos de Albino, en la provincia septentrional de Bérgamo en el norte de Italia. Luego de 60 años de matrimonio y por lo tanto de vida juntos, los dos han sido por desgracia víctimas del horrible contagio del Coronavirus que está haciendo estragos en la nación europea, cuyo semillero principal se encuentra precisamente en la región de la Lombardía. Severa y Luigi han muertos de Coronavirus con pocas horas de diferencia.

via Daily Mail UK

Beto Brasil/Facebook

Por más bien 8 días los dos ancianos ciudadanos de Albino han estado encerrados en su casa con una temperatura corporal que superaba los 39 grados, sin que el hijo Luca pudiera irlos a buscar. Al final, el fué hospitalizado el sábado, ella el domingo; y luego que les hicieran un hisopado, se confirmó que los dos habían sido "atacados" por el letal Coronavirus. Severa falleció a las 9:15, Luigi a las 11:00, con unas pocas horas de diferencia el uno con el otro en el día domingo del 8 de Marzo.

El hijo Luca, con el corazón roto, ha afirmado: "Han muerto solos, y así con este virus ... Estuvieron ocho días con la fiebre en 39, el médico de familia no estaba, el 118 no venía. Permítanme ser claro, no la tengo con el 118, los entiendo y sólo tengo que agradecerles porque intentaron salvarlos."

Gintaras Ginciukas/Facebook

Al final, Luca Carrara el hijo de Severa y Luigi, saluda con el corazón hecho pedazos a sus padres: "Adiós papá y mamá, este feo virus los han llevado a los dos el mismo día, ¿continuarán discutiendo allí arriba también? Creo que sí, pero luego todo terminaba con un abrazo."

60 años de vida juntos, rotos a causa del Coronavirus que está haciendo estragos en el Norte de Italia en el transcurso de poquísimas horas de diferencia. Una historia terrible que no hubíesemos querido contarles, pero que nos demuestra que a veces, un amor indisoluble no se rompe jamás por sí solo.