El gato y el zorro: una amistad muy dulce que continúa incluso durante el aislamiento forzado
En tiempos de distanciamiento social, hay quien no quiere separarse, por ninguna razón al mundo. La tierna historia que estamos por contarles parece un cuento salido del mejor dibujo animado de Disney, pero en cambio le ocurre desde hace un poco de tiempo a Vico Equense, una sonriente ciudadana cerca de la maravillosa Costa sorrentina. Los protagonistas de esta historia increíble de amistad son un gato y ... ¡un zorro salvaje!
via La Stampa
La gata de nuestra historia se llama Kimba y ha sido adoptada por sergio De Martino, ciudadano de Vico Equense, después que la pobre gatita ha sido encontrada con la cola cortada a la mitad, luego de haber dormido imprudentemente demasiado en el interior del motor de un camión para repararse del frío. La gata Kimba, con mayor sorpresa de Sergio, desde hace un poco de tiempo ha estrechado una inusual amistad...
...Con un zorro salvaje, atraído por el olor de los crocantitos del gato en la terraza. Y desde allí los dos animalitos se volvieron inseparables; como dice Sergio De Martino, "Lula y la gata practicamente han crecido juntos y al final, se convirtieron en amigos inseparables. Cada noche, incluso en estos días de aislamiento forzado por nosotros los seres humanos, el zorro golpea puntualmente la puerta hasta que el gato, que vive en la casa, no sale a saludarlo. Cuanto estamos sobre el diván distraídos viendo la televisión, Lula golpea repetidamente hasta que le abren la puerta. Cada noche viene. Excepto cuando hay fuertes temporales, en tal caso llega al amanecer del día siguiente".
Al final, Sergio Di Martino ha bautizado al zorro salvaje y bello como Lula, que respecto de su especie más bien salvaje y poco propenso a ser domesticado, parece exactamente que no desprecia un buen plato de crocantes, carne blanca y fruta...¡a un vidrio de distancia de Kimba, su mejor gata amiga!
