Una perra va cada día a la guardería canina y luego de haber jugado se duerme sobre el perro más "suave" que encuentra
Edna es una dulce perrita que frecuenta una guardería canina desde que es cachorra. Desde entonces, su rutina no ha cambiado demasiado y sus hábitos se han mantenido casi iguales: juega sin parar durante unas 3, 4 horas, para luego caer desplomada como una pera cocida por el resto del día. La particularidad de Edna es que ha siempre amado buscar la compañía de cualquier otro perro para tomar una siesta por la tarde. No tanto por la compañía, de hecho, sino por la comodidad: Edna elige siempre el perro de pelos más suaves, para acurrucarse en él.
"Gallina vieja hace buen caldo" y "equipo que gana no se cambia": la tierna perrita Edna pareciera vivir su propia vida siguiendo estos dichos populares. Desde cuando era sólo una pequeña cachorra, de hecho, Edna amaba quedarse dormida en la espalda de algun que otro perro. Cada día elegía un compañero para dormir diferente y lo gracioso es que ninguno de ellos jamás se lamentaba.
Efectivamente, parecieran estar todos muy cómodos como almohadas...
¡Nada mejor que una buena siesta!
No importa si el perro es de medida grande, mediano o pequeño: Edna duerme donde sea.
Aunque si ahora ha crecido y no es más una cachorra, Edna adora acurrucarse sobre cualquier tipo de perro, hasta en los más pequeños.
Ahí está mientras duerme sobre un perro salchicha, como si nada pasara...
Cuando su patrona viena a buscarla, la encuentra todavia durmiendo y Brianna Gottfried, que trabaja en la guarderia de perros, tiene que hacer siempre más de un intento para despertarla.