Coronavirus: un propietario de una casa renuncia al pago del alquiler y le hace la compra a la inquilina en dificultad
La pandemia de Coronavirus ha alterado la vida de muchas personas. De un día al otro, con cierres, bloqueos y prohibiciones, hay quien se ha encontrado a no saber más cómo seguir adelante, con pérdidas económicas enormes y difícilmente recuperables en tan poco tiempo. Son muchos los hombres y las mujeres por el cual se les ha hecho difícil hasta realizar las compras; imagínense pagar el alquiler mensual de la casa.
Este gasto, en la condición que estamos viviendo, para muchos puede volverse un verdadero problema. Así es, como no han faltado los propietarios de casa que, sin pensarlo dos veces, han decidido de renunciar a sus mensualidades. Y algunos de ellos han hecho hasta algo más.
"Tengo la suerte de ser un propietario" ha escrito en Facebook Nathan Nichols, dueño de dos unidades de inmuebles "y por esto les hice saber a mis inquilinos que no cobraría el alquiler del mes de abril. Les pido a todos los propietarios de casas -ha agregado- que tomen en consideración y que le den un poco de respiro a los inquilinos".
Palabras simples, directas y claras que seguramente han heho reflexionar a muchas personas, y han llegado de manera fuerte y clara a las orejas de Alan, otro propietario de casas alquiladas. Con el, las frases escritas por Nichols han tenido el efecto esperado, y han ido aún más lejos. Como primer medida el hombre le dijo a su inquilina Christina, madre de 4 hijos, de no preocuparse por el alquiler del mes y, en segundo lugar, le ha preguntado a la mujer si ella y su familia tenian todavia comida suficiente. Christina respondió que los suministros eran escasos y, luego de algunas horas, recibió un mensaje que la invitaba a mirar afuera del patio de su casa.
Leche, papas, comida fresca y confeccionada, pañales y mucho más: todo estaba allí, a disposición de la inquilina en dificultad, comprado y regalado por el dueño de la casa. Inútil describir la alegría y la sorpresa que tuvo la mujer encontrándose frente a un gesto de generosidad tan inesperado y desinteresado. Son estas las historias que nos da gusto contarles y que, en un momento tan dramático, nos traen de vuelta la confianza y la esperanza.