Un enfermero de 61 años recorre kilómetros a caballo para vacunar y curar a los ancianos
Los verdaderos héroes son aquellos que, silenciosamente y sin clamor, día tras día llevan al frente sus propias batallas para ayudar a quién está en dificultad. Estas personas, sin proclamaciones y sin buscar visibilidad, en modo simple desarrollan su trabajo, aunque si ello incluye sacrificios y privaciones.
Pensamos en los enfermeros: son muchísimos trabajadores de la salud que en todo el mundo, dan su preciosísima y silenciosa contribución con tal de que las personas estén bien. Exactamente como el argentino Francisco López, enfermero de 61 años que ha hecho de su trabajo una verdadera vocación. Cada día, para ayudar a los ancianos que viven en las zonas más aisladas de la provincia de Córdoba, parte montando su caballo y dedica sus servicios a ellos.
via La Nacion
Exactamente así: para acceder a las casas y a las áreas más inaccesibles, no es raro que este hombre voluntarioso tenga necesidad de utilizar un caballo. Después de todo, en las zonas de montaña más aisladas es así: a menudo hay situaciones de verdad al límite del mundo y el único modo para llegar allí es confiándose a un "medio de transporte" de otros tiempos.
Y los kilómetros que Francisco recorre cada día no son pocos: todo por las personas ancianas que quizás tienen necesidad de una vacuna, de una medicina, de una terapia que suministrar: en definitiva, de una ayuda concreta por la salud que, sin López, no podría recibir tan facilmente.
Aunque si la humanidad está puesta a la prueba frente a tantos problemas, hace seguramente bien al corazón saber que en el mundo existen personas tan generosas: lo de Francisco es de verdad un ejemplo silencioso pero importantísimo de tener en cuenta.