Las glicinas: gracias a su color violeta y a su perfume, crea una atmósfera mágica en los jardines de todo el mundo
Flores inconfundibles color violeta, las glicinas están entre los adornos florales más amados en todo el mundo, su presencia no puede hacer otra cosa que levantarnos el ánimo y darnos una sensación de alegría, de vitalidad, de esperanza; estamos hablando de las glicinas, flores nacidas de un arbusto homónimo que regala todos los años perfumes y colores inolvidables. Se dice que los primeros ejemplares de este arbusto llegaron a Europa gracias al viaje de regreso de Marco Polo del lejano Oriente.
Luego de la llegada en Europa, las glicinas han comenzado a convertirse en decoraciones para edificios y ambientes externos en Inglaterra del siglo XVIII; el gusto y la pasión por la decoración con las glicinas en los jardines estalló luego en los siglos siguientes también en los Estados Unidos. Arbustos más bien grandes e inconfundibles, hoy vienen usados como decoración y triunfo del color violeta, pero presten atención: como para muchas otras plantas de su especie, las glicinas no pueden ser ingeridas y consumidas por ninguna razón del mundo, ¡son venenosas para el organismo humano en cada una de sus partes!
A pesar de ser tóxicas, las glicinas sin embargo poseen un encanto inconfundible: pasear en un jardín o en un tunel floral decorado con estas espléndidas flores de color violáceo, sólo puede ponernos de buen humor, nos relaja y nos hace vivir, de forma temporal, en un clima de relajación y cristalización del frenético mundo que nos rodea.
Apostamos que también ustedes aman estas flores violetas y que quizás, les dimos la idea para empezar a decorar sus espacios externos con los arbustos de esta ¡espléndida planta que regala alegría y felicidad!
