Un joven que entrega pizzas compra cada día cientos de panes para donarlos a quien tiene dificultades
La pandemia de Coronavirus, además del dolor y sufrimiento que está causando, está sacando el mejor lado de muchísimas personas. Hablamos de muchos héroes "invisibles" que, sin ruido y con gran coraje, dan todo lo mejor de ellos, con los medios que tienen, para hacer menos difícil la situación de quien es menos afortunado.
Entre estas personas se encuentra también Raymond, joven filipino de Quezon City que para ganarse la vida entrega pizzas para la famosa cadena Pizza Hut. La vida, para él no ha sido fácil. Con tres hijos, una mujer sin trabajo y otro pequeño en camino, aún así, logró distinguirse por un gesto de increíble generosidad.
Cada día, Raymond va a la Raina's Bakery de San Juan del Monte y compra cientos de panes y productos de horno, ovbiamente de su bolsillo. ¿A quién son destinados? Simple: a quien más lo necesita y en particular a los que se encuentran sin hogar en su ciudad, ya que el periodo que estamos viviendo no es de hecho simple de afrontar.
En contarle al mundo la historia de Raymond ha sido la misma propietaria de la panadería, golpeada por una manifestación similar de humanidad, altruismo y generosidad. El joven explicó luego que de joven sufrió hambre, y que ha sido justamente esto lo que lo empujó a hacer este gran gesto, con los límites de sus posibilidades, para quien ahora más lo necesita.
"Cuando entrego comida a la gente sin hogar, no es raro que se conmuevan por mi gesto, ha contado Raymond, muchos de ellos no comen por días. Los ayudo y no espero nada a cambio". Cuando su jefe se enteró de lo que el joven estaba haciendo, decidió recompensarlo con un bono en su salario, y son muchas las personas que le están haciendo donaciones para que pueda seguir adelante con su acción a beneficio.
Ayudar a los demás, en el fondo, a menudo es algo que está en grado de hacernos sentir mejor persona. Cuando se comprende hasta el fondo este concepto, se logra encontrar un óptimo equilibrio, estando seguros de que se está actuando haciendo el bien y que otros podrán sentirse reconfortados por nuestra generosidad. En un momento tan delicado, en donde todos estamos puestos a la prueba para afrontar el terrible enemigo que es el Coronavirus, esto es sin dudas un comportamiento ejemplar y elogiable. ¡Felicitaciones a Raymond!