Se disfraza de repartidor y roba 29 kits de diagnósticos para el Coronavirus de una clínica: lo busca la policía
En un momento en donde todo el mundo está comprometido en afrontar al terrible enemigo invisible llamado Coronavirus, no falta quien se aprovecha de la situación para responder a los propios egoísmos y sus propios intereses, para toda desventaja de la comunidad y de las personas con las que viven, quienes en cambio deberían recibir ayuda precisamente por las dificultades que viven.
No podemos pensar en otra cosa leyendo la historia del hombre que, en Arizona, ha sido protagonista de un robo que decir vergonzoso es poco , provocando daños en una clínica donde médicos y enfermeros están comprometidos, ahora más que nunca, prestando un servicio precioso a las personas enfermas.
via Daily Mail
Tucson Police Department/Facebook
Desde el estallido del Coronavirus, las instalaciones de la salud han encontrado dificultades en el manejo diario de los pacientes, de los test y de las terapias. Los test para diagnosticar la presencia de la temida patología no estuvieron siempre disponibles, y eso ha causado inevitables y dramáticos retrasos, además de los casos de infección que se podían haber descubiertos antes.
Sin embargo, del hombre que queremos hablarles, de todo esto no le ha importado nada y hábilmente disfrazado de repartidor, se metió en la clínica estadounidense para robar 29 kits de diagnósticos para Covid-19. Se trata justamente de tests que, cada día, vienen utilizados a gran escala para diagnosticar el virus en pacientes sospechosos. El mal viviente, como si nada fuese y pasando desapercibido frente al personal médico, entró a la clínica y los sustrajo, para luego escapar en auto.
Tucson Police Department/Facebook
Las autoridades han difundido sus imágenes, tomadas por las telecámaras de vigilancia, pidiendo a todos que brinden información útil para identificarlo. El objetivo del robo, probablemente, ha sido el de reutilizar los tests de forma privada, ofreciéndolos a las personas y quizás a hacerles pagar mucho dinero, de hecho ganando dinero a costa de los daños causado a una estructura sanitaria. Inútil reflexionar sobre la gravedad de un acto como este: uno de aquellos episodios donde no quisiéramos nunca tenerlo de frente, especialmente en un momento tan delicado.
