Café con la moka: 5 consejos útiles para prepararlo en modo impecable y sabroso
Para muchas personas, en todo el mundo, preparar y beber un café es mucho más de un simple gesto: es un verdadero y propio rito para hacer, respetando reglas férreas con tal de que la célebre bebida energizante tenga el mejor sabor y la mejor consistencia posible. No estamos exagerando. Detrás del café existen métodos, tradiciones y condiciones para satisfacer que, si no fueran realizados, se arriesgaría de perjudicar un logro exitoso. Y un café con un sabor malo, en efecto, no le gusta a ninguno.
Desde la máquina express, pasando por las obleas, hasta los granos para moler fino a la simple pero atemporal moka: los modos para preparar un café son tantos. Aquí queremos hablarles exactamente de la cafetera moka, originaria de Italia y darles algún consejo útil sobre cómo obtener un café siempre bueno incluso con este instrumento.
1. Partamos del agua: cuanta y cual elegir
Sin agua, el café sería solo un polvo molido y de granos. Es por eso que es fundamental utilizar la justa cantidad y calidad. Para evitar que el agua de la canilla pueda alterar el sabor de nuestro café con la moka, sería mejor utilizar aquella mineral natural, de calentarla anteriormente en una olla (sin hacerla hervir) y de meterla luego en la cafetera. ¿Y cuanto poner en nuestra moka? Llenándola hasta la válvula del depósito, no más.
2. Elijamos el café "justo": mejor si es en granos
El café en polvo es seguramente el más cómodo y el más usado, pero si elegimos aquel en granos, para moler, seguramente obtendremos mejores resultados, exactamente por motivo de su mayor frescura. Para un café perfecto, pueden moler ustedes mismos los granos, teniendo siempre a disposición la cantidad justa para el café.
3. ¿Cuanto café en la moka?
Esta es una pregunta fundamental de hacer y un error que a menudo hacen al preparar un café con la moka es el de exagerar con el café, poniendo demasiado poco o prensarlo antes de cerrar la maquina. El café va puesto llenando todo el filtro, hasta el borde y sobre todo sin prensarlo. En caso que fuera de más, recuerden de quitar el exceso. No se preocupen, porque demasiado no significa más bueno: el café será increíble incluso así.
4. Antes de usar la moka, controlemos la junta
Si han adoptado todas las precauciones necesarias para preparar el café, pero su gusto todavía no es satisfecho, podrán tener algún problema en la misma cafetera. La junta de goma, en particular, es un componente de tener siempre muy en cuenta. Recuerden que debe estar siempre blanca, nunca marroncita o igualmente oscura. En el caso que lo estuviera, sustituirla.
5. La cocción:¿tapa levantada o cerrada?
Si bien es un procedimiento menos conocido y difundido, es bueno que existan diferentes "escuelas de pensamiento" en tal propósito, muchos retienen que hacer el café con la tapa de la moka levantada es seguro un mejor logro. Según esta visión, será oportuno cerrarla apenas la cafetera comience a emitir su característico "balbuceo". Obviamente, en cualquier caso, el fuego va apagado siempre evitando de hacer salir afuera el café.
¿Todo listo entonces? Tomadas las variadas precauciones del caso y recordándonos de saborear el café preferiblemente en una taza de porcelana suficientemente gruesa, podremos concedernos una pausa verdaderamente increible. Del resto, lo sabemos bien: el café es un momento agradable y exactamente por esto su calidad debe ser siempre lo máximo. ¡Buen café!