Dos hermanitos son abandonados en la basura: un pastor y su mujer los adoptan dándoles una nueva vida
Imaginense de salir a tirar la basura y ver, entre los tachos de basura, dos cabezas que, a simple vista, parecen las de dos muñecas pero que en realidad están lejos de ser falsas. Si les parece increíble, esperen a escucharlo, porque es justo uno de los episodios tan improbables e imprevistos que, si ocurren, están en grado de cambiar para siempre la vida de una persona.
Sucedió en Florida al pastor Mark Purcell, cuando se encontró frente a la escena que describimos. Aquellos que pensaban que eran dos muñecas en realidad eran niños de carne y hueso, tirados entre la basura sólo con los pañales puestos. Los dos pequeños no habrían sobrevivido sin la intervención de este hombre, que les cambió la vida.
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Cuand Mark entendió que se encontraba frente a dos niños, obviamente se apresuró en agarrarlos. Los pequeños, por suerte, estaban bien y poco después, Purcell ha notado a lo lejos una mujer que lloraba: era la madre. Sin hogar y sin trabajo, la mujer no podía más cuidar de ellos y la desesperación la llevó a realizar este terrible gesto.
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El más pequeño tenía sólo 6 meses, mientras el grande casi 2 años. Desde hacia tiempo, vivian en una carpa junto a la madre, que pensó en dejar a sus hijos justo cerca de la iglesia, con la esperanza que alguien los viera y que se hicieran cargo de ellos. Comprensiblemente conmovido por esta historia, Mark llevó a los hermanos a salvo, confiándolos al cuidado del pastor Ronnie Steward y de su mujer Krystal.
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Los pobres niños, sucios y con escalofríos, fueron recibidos inmediatamente en la casa de la pareja, higienizados, vestidos y alimentados como se merecian. Krystal y Ronnie, entonces, le han dicho a la madre de los hijos que se ocuparian de los hermanitos por el tiempo necesario mientras encontraba un trabajo y un alojamiento. Y así ha sido: los Steward, en acuerdo con la mamá y los asistentes sociales, tomaron cuidado de los pequeños, que se agregaron a otros tres hijos de la pareja.
Con el paso del tiempo, los niños se acostumbraron a su nueva vida, y han recibido la calurosa bienvenida en la familia Steward. Un episodio triste y dramático, sin dudas, pero que por suerte terminó de la mejor manera, gracias a la intervención y la generosidad de personas con gran corazón, que supieron darles un futuro mejor a dos criaturas inocentes.
