La enfermera contrajo el Covid-19: con las últimas fuerzas implora a sus colegas que le salven la vida para volver a ver a sus hijos
El Covid-19 ha alterado la vida de muchísimas familias, que han visto alejarse de sus propios seres queridos, muchas veces sin poderlos saludar nuevamente. El virus no ha mirado al rostro a ninguno y ha contagiado también a quien estaba ya dando la propia vida para salvar la de los contagiados.
La historia de hoy habla de una enfermera que luego de haber asistido a enfermos se encontró ella misma sobre la cama de un hospital, implorando a sus propios colegas que le salven la vida para poder volver a ver a sus hijos.
Kelly Ward es una enfermera del Reino Unido que ha prestado servicio durante la emergencia sanitaria. Incluso ella, como muchísimos otros colegas en todo el mundo, ha trabajado durante turnos infinitos y extenuantes, ha visto cientos y cientos de personas perder la vida cada día por este maldito virus.
Cuando ha comenzado a sentirse mal durante el trabajo, ha tenido miedo. El hospital la ha mandado a la casa, viéndola toser demasiado a menudo. Al día siguiente ha sentido una extraña debilidad además de la fiebre.
En poco tiempo sus condiciones han empeorado al punto de no tener ni siquiera las fuerzas para ir a hacer el hisopado.
Empeorando de hora en hora, ha decidido de llamar a una ambulancia: al llegar al hospital hs sido sometida a los test que han revelado aquello que se esperaba. Era positiva al Covid-19.
En el hospital Kelly estaba muy nerviosa. No logrando casi a respirar más por sí sola, sus colegas le han dicho que la debían tener que conectar al ventilador pulmonar. A tal punto Kelly ha tenido una crisis de pánico.
Se ha dado cuenta de que ni siquiera había saludado a la familia, al marido y sobre todo a los hijos. ¿Y si hubiese empeorado al punto de no poderlos volver a ver nunca más? Kelly, con las últimas fuerzas que tenía, ha movido la máscara del rostro y le ha implorado a sus colegas de salvarle la vida, para poder volver a abrazar a sus hijos.
Quizás ha sido justamente el miedo en hacerla combatir contra el virus: ya 24 horas después que sus condiciones habían mejorado mucho. Pocos días después ha sido dada de alta y volvió a la casa.
Como Kelly, muchísimas personas han pasado momentos trágicos incluso peores de aquellos que le han ocurrido. Todo nuestro apoyo está dirigido a los enfermeros y a los trabajadores sanitarios que, desafiando al virus, prestan asistencia en esta emergencia.