Un hombre viudo pierde el trabajo a causa de la pandemia y está obligado a dormir en la calle junto al hijo de 10 años
En un momento difícil como el que estamos viviendo a causa del Coronavirus, en muchas partes del mundo las personas han sido obligadas a quedarse en casa y a no salir si no es por motivo de absoluta necesidad. Hay quien, de hecho, no puede quedarse en casa, simplemente porque no tiene una o la perdió por causa de restricción económica donde se encontraba.
Y la dificultad económica, en este momento, está siempre a la orden del día, tanto que muchas personas han perdido el trabajo y lamentablemente también un techo bajo la cual repararse. Como el albañil y electricista de la cual estamos por hablarles, un hombre viudo, que con su hijo de 10 años ha sido obligado a dormir en la calle.
via Meganoticias
La historia es de aquellas en grado de emocionar y proyectar a todos la dura realidad de tantas personas que viven con poco y buscan de ir adelante no obstante todo. Estamos en Buenos Aires, Argentina, donde Daniel 54 años viudo, ha perdido el trabajo con el estallido de la pandemia.
Junto a su hijo Lautaro, de 10 años, ha sido obligado a quedarse en la calle y a dormir en la Plaza Congreso, con grandes e innumerables incomodidades cotidianas. Daniel y el hjo no tienen nada, aparte de la ropa que tienen puesta. Como si sus condiciones no fueran ya suficientemente críticas, algunos ladrones le han robado también una mochila con las pocas previsiones que tenían. Por suerte, su historia ha llamado la atención de los medios de comunicación, que lo han conocido sensibilizandose sobre las condiciones en que vivían padre e hijo y muchas otras personas menos afortunadas.
Desde cuando Daniel y Lautaro se volvieron conocidos por su triste historia, no han faltado los actos de generosidad por parte de muchísimas personas que le han dado una mano. De tipo alimentario, ropa, artículos para la higiene personal: las donaciones recibidas han conmovido al hombre, afectado de tanta generosidad en un momento tan difícil para todos.
No han faltado además, las personas que han ofrecido al hombre la posibilidad de trabajar para ellos, y hubo quien inclusive ha puesto a disposición una propiedad suya donde vivir. Con la ayuda recibida, Daniel y Lautaro estarán con grandes posibilidades, en grado de encontrar un lugar al cubierto y de poder vivir este terrible momento en modo mucho más seguro.
Esta historia, parecida a aquellas de tantas otras personas que en este período arriesgan de verdad no sobrevivir, hace reflexionar mucho sobre la necesidad de no abandonar nunca a quien sufre. En el fondo, es justamente de las peores experiencias que podemos y debemos aprender las lecciones más grandes y significativas.
