"Hoy es mi última quimioterapia": un niño de 9 años derrota al cáncer y el padre comparte con todos su felicidad
Enfrentar una enfermedad terrible como el cáncer no es un desafío fácil para nadie. Cualquiera, afectado por esta enfermedad, puede desalentarse y ver su vida literalmente cambiada de un dia al otro, con la incertidumbre de un desafío no tan simple de combatir.
Si todo esto es verdad para un adulto, imagínense para un niño de 9 años. Josafat es consciente de esto, niño al que le diagnosticaron un cáncer al hígado. Su largo recorrido para combatir la enfermedad ha durado casi dos años. No ha sido fácil, pero por suerte ha tenido un final feliz, que merecía ser festejado debidamente.
via La Teja
El pequeño Josafat vive en Costa Rica y, para curarse, fue atendido por médicos del National Children's Hospital. Luego de un año y 9 meses, finalmente para él ha llegado el momento de hacer la última sesión de quimioterapia. Está de más decir que tal acontecimiento ha entusiasmado ya sea a él que a sus familiares, que decidieron compartir con todos la alegría por este evento.
Así, han pensado bien haciendo un trayecto muy especial desde su casa hacia el hospital. Sobre la luneta del auto han escrito, con evidentes caracteres blancos "Hoy es mi última quimio", de manera que peatones y gente en los autos pudieran compartir su felicidad viéndolos pasar por las calles. Así ha sido: saludos, bocinas y sonrisas han acompañado el trayecto de Josafat hacia su última sesión de cura, haciendo de este evento una verdadera fiesta para compartir con los demás.
El auto con esas palabras emocionantes, de hecho ha quedado inmortalizada en la calle, y las fotos, con la historia relativa del pequeño Josafat, ha dado la vuelta al mundo rápidamente. En una entrevista, el padrasto del joven, Jairo, contó lo difícil que fue la lucha contra el cáncer que Josafat ha tenido que afrontar.
El hombre acompañó al pequeño durante el tratamiento para combatir a la enfermedad, que, al principio, no había sido inmediatamente individualizada, lo que ha favorecido a un rápido crecimiento de la enfermedad. Por suerte, sin embargo, los tratamientos obtuvieron resultados positivos y el pequeño guerrero ha logrado salir de esta fea experiencia. Una pequeña y la vez grande historia de esperanza, que puede motivar a muchas familias y niños que se encuentran en estas condiciones.
