Una perra abandonada ha esperado por días el regreso de su familia acurrucada sobre una manta
No obstante desde hace tiempo haya en todo el mundo una fuerte sensibilidad sobre este tema, el de los animales abandonados continúa siendo un problema grave y muy presente.
Sucede a menudo leer y contar historias que tienen que ver con episodios de este tipo, gestos crueles y sin corazón que nadie tendría que hacer jamás. Un perro, de hecho, logra encariñarse con su familia humana de una manera tan maravillosa e incondicional que condenarlo a peligros, soledad y tristeza es algo egoista y malvado. Esta, lamentablemente, es la suerte que le ha tocado también a Camilla, la perra protagonista de nuestra historia. Una historia triste, pero que por suerte para ella concluyó bien.
via Dallas DogRRR
Los "motivos" que empujan a la gente al abandono de un perro pueden ser muchos: ninguno de ellos, sin embargo, son justificaciones válidas, ya que existen muchas maneras seguras y humanas para despegarse de un amigo de cuatro patas. En el caso de Camilla, sus dueños en realidad no la han jamás amado como deberían. Las condiciones en donde la tenían no eran las mejores y, con el motivo del traslado de sus dueños, la perra comenzó una experiencia que ningún perro tendría jamás que vivir.
En medio a pilas de basura y objetos desechables, sin comida ni agua, la pobre perra ha sido abandonada en la calle, justo delante a la casa dejada por los dueños antes del traslado. Todo lo que le había quedado para protegerse era su manta. El episodio sucedió justamente para Fin de Año, un momento no fácil para los perros, asustados por ruidos fuertes producto de los fuegos artificiales y donde necesitan el consuelo de sus familias.
Camilla, asustada y sola, ha quedado sobre su manta, esperando de manera fiel que sus dueños regresaran. Esto, sin embargo, no sucedió. Por suerte, la escena ha sido vista por la gente del lugar y por Marina Tarashevska, que trabaja en una organización local que se dedica a salvar animales abandonados, la Dallas DogRRR.
Llevar a Camilla con ella, sin embargo, no ha sido fácil. La pobre estaba reacia a irse sin haber visto a su ex familia, y probablemente habría esperado en vano allí por mucho tiempo. Junto a su colega Patti Dawson, de hecho, Maria ha logrado convencer a la perra a que la siga. Acurrucada sobre la manta, temblando por el frío, el miedo y la humedad, Camilla se había convencido que era justo el momento de moverse de allí.
La pequeña tenía también heridas en el cuello que, según el veterinario que luego la ha visitado, podrían ser el resultado de una pelea con otro perro. Su confianza con los seres humanos, a pesar de la fea experiencia, está en recuperación. Ahora la perra se encuentra en un hogar donde recibe el afecto y los cuidados que merece, en la espera de encontrar una familia definitiva. Todo lo que queda es desear que siempre menos animales indefensos puedan vivir situaciones como estas y que para Camilla pueda comenzar muy pronto una nueva vida.