Los vecinos le piden a una mamá de no dejarlo jugar al hijo en el patio: "rie demasiado y molesta a los perros"
Todos tarde o temprano, en la vida, hemos tenido que lidiar con vecinos irritantes y maleducados. Se trata de situaciones que, especialmente para quien vive en zonas muy pobladas, logran realmente arruinar la paz que uno tiene cuando estás dentro de tu casa. Cierto: los buenos modales, el respeto y el buen tacto siempre deben prevalecer, pero algunas personas realmente van más allá de los límites que los hacen quisquillosos y exagerados.
No existen otras palabras para definir a la persona, la cual ha quedado anónima, que le envió una carta a la mamá en donde la invitaba a limitar lo más posible las salidas de su hijo pequeño al patio por sus risas, consideradas muy fuertes y "molestas", así tanto como para molestar...a sus perros y a su pájaro.
via Inquisitr.com
El mensaje en cuestión ha sido compartido más de una vez en la web, provocando la indignación de numerosos usuarios del mundo.
"Te has mudado a este barrio un año atrás y quería darte el tiempo de corregir sólo este problema, pero pareces que eres muy imprudente como para hacerlo". No ha sido un mal comienzo, para una carta que, con las siguientes palabras, va sólo empeorando. "Cada día, cuando hace buen tiempo, continúa el mensaje, has hecho correr, jugar y reír a tu niño en el jardín y esto molesta mucho a mis dos perros y al pájaro que tengo en casa, cerca de la ventana".
Si no creen lo que escuchan, sepan que no están solos, porque esta cara demuestra a la perfección cuanto a veces las personas pueden llegar a ser intolerantes e irritantes. Según el anónimo autor, la mamá en cuestión habría "osado" en hacer jugar a su hijo en el patio de su casa, algo considerado inaceptable.
"Podrías pedirle que baje la voz, o quizás podrías limitar sus salidas en 15 o 20 minutos al día, para poder sacar a mis perros sin que él esté dando veultas, propone la carta, para luego concluir de esta manera. Si este comportamiento sigue, ¡llamaré a la policía!".
Aunque el origen del mensaje sigue sin estar claro, seguramente el hecho que alguien se encuentre en grado de escribir estas palabras, dirigidas en particular a las actividades que cada niño, en el mundo, desarrolla por naturaleza, dice mucho sobre el egoísmo y la falta de aceptación, comportamientos que lamentablemente, en muchas partes, todavía suceden. Nos hace reir, pero también nos hace reflexionar que todavía se puedan decir ciertas cosas, cuando sería oportuno pensar en lo que verdaderamente importa en la vida.
