Caminar ayuda a aflojar las articulaciones, prevenir enfermedades cardiovasculares y favorece a la felicidad y a la motivación
¿Y quién ha dicho que correr es preferible a una caminata a un ritmo rápido para adelgazar, quemar grasas, tonificar la masa muscular y el sistema óseo? No hay nada más erróneo, según la ciencia porque, a pesar de que correr es un eficaz ejercicio físico excelente (siempre y cuando estés entrenando para mantener una corrida por varios minutos y sin parar), caminar en cambio esconde beneficios mejores que no deberían ser subestimados.
via Health Line
A diferencia de una corrida sostenida, una caminata a paso veloz es un ejercicio cardiovascular extremadamente equilibrado: si la primera favorece la quema de grasas y el desarrollo de la masa muscular, es también verdad que favorece la producción de cortisona, la hormona del estrés, lo que genera cuando terminamos de correr es el desarrollo de una sensación de hambre para compensar las calorías quemadas.
Una caminata en cambio no solo favorece la producción de cortisona, sino también que ayuda a liberar serotonina y dopamina, las hormonas de la motivación y de la felicidad; además, caminar previene daños a las articulaciones y a la osteosporosis, de hecho, este ejercicio cardiovascular, si se realiza con frecuencia, favorece el buen desarrollo y la lubricación de las articulaciones.
Un estudio realizado por el doctor Gregg Fonarow además ha subrayado otros beneficios del ejercicio físico de caminar, sobre todo para la población de 50 años en adelante; según Fonarow, caminar es un ejercicio que previene el impacto de enfermedades cardiovasculares en las personas de 65 años en adelante. Un ejercicio perfecto para la salud de nuestro corazón, para todas las edades, pero seguro una potencial panacea para todos aquellos que forman parte de la población desde los 50 años en adelante.
Caminar hace bien al corazón, a las articulaciones, a los músculos, aleja cada pensamiento negativo, produce serotonina y dopamina y nos hace más felices y nos produce más motivación. Sólo hace falta usar un par de zapatillas deportivas adecuadas, ropa cómoda, tener siempre a mano una botella de agua para hidratarse con frecuencia...¡Y listo!