Un hombre enfermo de cáncer y su perro mueren con una hora de diferencia uno del otro: los unía una relación especial

por Patricia Zorzenon

31 Mayo 2020

Un hombre enfermo de cáncer y su perro mueren con una hora de diferencia uno del otro: los unía una relación especial
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Luego de una vida entera prestando servicios en la Aeronáutica militar de los Estados Unidos, de haber combatido por su País y haber estado al mando de los bomberos de Minneapolis, Daniel Hove ha tenido que enfrentar una nueva batalla, quizás una más difícil que cualquier incendio: un cáncer de páncreas. Es difícil escapar a un diagnóstico tan lapidario, pero el hombre pudo contar con la ayuda y el amor de su familia hasta sus últimos días. En acompañarlo en este último viaje, no podía faltar su amado perro, Gunner, un Labrador de 11 años.

via Daily Shared

Facebook / Heather Nicoletti

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Gunner ha estado siempre cerca de Daniel en cada situación en el transcurso de los últimos años de su vida, ya sea en los buenos como en los malos. Es así como se comporta un verdadero amigo y él había encontrado seguramente uno en ese Labrador de pelo corto. Desde cuando le diagnosticaron el cáncer, Gunner ha simplemente decidido de no dejar jamás solo a su dueño. Durante los últimos años de vida, Daniel había puesto una cama para Gunner al lado suyo, de manera que el perro no esté demasiado lejos. Daniel y Gunner vivían casi en simbiosis: cuando él estaba molesto, también el perro lo estaba, cuando estaba mal, también el perro estaba mal. Y así ha sido. En el momento más intenso de su enfermedad, también Gunner comenzó a estar mal.

Un día, la hija de Daniel, Heather, vió que el Labrador no lograba casi moverse y entendió que su momento estaba cerca. Lo llevó al veterinario para hacerlo dormir, con el corazón partido ante la mera idea de que su padre también estaba pasando por el mismo dolor.

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Facebook / Heather Nicoletti

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Dejar que Gunner no sufra demasiado era la mejor cosa que Heather podía hacer en aquel momento. Aproximadamente una hora y media después, también Daniel exhaló su último respiro, entre la conmoción y el alivio de su familia. Quizás, se iba con su perro Gunner: ahora sí que podrían estar juntos para siempre.

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