Molly, la niña de 21 meses que ha derrotado al cáncer en estado avanzado luego de más de un año de tratamiento
Hay historias que, para todos, logran ser fuentes de inspiración, motivación y esperanza. No podremos describir de otra manera también la que estamos por contarles, que tiene como protagonista a una niña de tan sólo 21 meses a la que le diagnosticaron una patología realmente muy grave.
De su mala historia, sin embargo, la pequeña ha logrado salir adelante, encarnando un modelo vivo de coraje, fuerza y confianza, precioso para muchos niños y familias que luchan contra enfermedades de este tipo.
via WKBO
Se llama Molly Hughes y, según lo que ha contado su madre Chelsea, cuando en el 2017 le diagnosticaron el neuroblastoma, el golpe ha sido realmente muy fuerte. No nos cuesta creerlo: piensen de hecho a la situación trágica en donde a una niña tan pequeña le descubren un tumor que, según las estadísticas, tiene una promedio de sobrevivir de aproximadamente un 50%.
El tratamiento de los pacientes, especialmente en los más pequeños, depende en una buena parte del estado en el que el neuroblastoma se manifiesta. En el caso de Molly, la situación no era de hecho simple, dado que se trataba de una "fase 4", ya particularmente avanzado. En estos casos, los tratamientos resultan ser muy difíciles e invasivos y así, lamentablemente ha sido también para Molly. La terrible enfermedad se había extendido por gran parte de su cuerpo, cuando comenzó a someterse a un plan médico.
Por unos largos 15 meses, la pequeña ha transcurrido un total de 130 días en el hospital, donde ha recibido transplantes de células madres, radioterapia, inmunoterapia y obviamente quimioterapia. Un gran esfuerzo para la pequeña, que aún así ha dado sus frutos. Molly, de hecho, se ha comportado como una verdadera luchadora, una niña en grado de afrontar hasta las situaciones más complicadas.
Los múltiples tratamientos han incluso causado una fuerte caída en la audición de Molly, motivo por el cual deberá usar aparatos acústicos. Todo esto, sin embargo, pasó a un segundo plano cuando la mamá anunció que su hija estaba mejorando claramente: el neuroblastoma, gracias a las terapias, había entrado en remisión y eso le dió una alegría inmensa a la familia.
Incluso si existen otros riesgos de recaída y Molly debera todavía efectuar tratamientos, esta niña ha demostrado un coraje y una tenacidad que muchísimas personas, en su lugar, no habrían podido lograr. Definirla guerrera, por eso, es muy poco: es una verdadera heroína, una fuente de positividad a la que no queda hacer otra cosa que desearle todo lo mejor.
