La escuela le niega la comida porque no tiene más dinero en su cuenta: una niña de 6 años ridiculizada frente a sus compañeros
Los casos de bullying y humillación entre compañeros de escuela no son hechos tan raros, y nunca son justificables. En la historia que estamos por contarles, sin embargo, ha sido de alguna manera la misma escuela en haber expuesto al ridículo a una niña de 6 años de parte del resto de sus compañeros. ¿De qué manera? Negándole el almuerzo en el comedor, diciendo que se había agotado la comida para la pequeña.
via Wish TV
El hecho sucedió durante la distribución del almuerzo en el comedor de una escuela primaria de Greenwood, en los Estados Unidos. Anya Howard, una alumna de 6 años, se encontraba en la fila con sus compañeros para recibir la comida caliente, cuando los directivos le han quitado la bandeja de las manos porque aparentemente no tenía más crédito para pagar la comida.
Cuando la niña ha sido acompañada al comienzo de la cola para esperar recibir un pedazo de pan con manteca de maní, como reemplazo de la comida normal, los niños comenzaron a reirse e iniciaron la burla diciéndole que era pobre. Lo sucedido hizo que la niña se avergonzara mucho, como cuenta el abuelo que comentó sobre lo sucedido: "Cuando me lo contó fue algo más que triste", dijo.
Según lo que dijo la escuela, el trato que tuvo Anya es el de cualquier niño que no tiene crédito para el comedor: algunos empleados están encargados en acompañar discretamente al alumno para recibir un almuerzo "alternativo", pero lo que objeta el abuelo es precisamente la falta de discresión.
Más allá de esto el hombre critica la decisión de la escuela en quitarle la comida a la niña por un monto mínimo de 2,25 dólares: nadie le avisó a la familia de la falta de crédito, por esto ahora se pretende que hagan modificaciones en el reglamento escolar. La escuela envió una nota oficial en donde afirmaba que el crédito del comedor de la niña era de $ 0,10, sin embargo no se preocuparon en avisarles a los padres sobre esta cuestión de lo sucedido, por lo que hasta el momento no hubo un contacto directo.
Un hecho decididamente lamentable, que dejó a la familia de Anya y a la misma niña conmocionada, humillada sin términos medios por parte de sus compañeros de escuela. ¡Qué verguenza!
Todavía una vez más reglas y sentido común no encuentran el término medio correcto: es justo respetar las reglas, pero hacerlo independientemente de las consecuencias sociales y con el impacto psicológico de ciertas situaciones es igualmente incorrecto, ¡sobre todo cuando de por medio hay niños!