Esta perrita ha recorrido más de 60 km para abrazar nuevamente a la mujer que la había salvado
Para Zelda la familia lo es todo. Por el resto, no es necesario ser humanos para sentir un sentimiento de este tipo pero, como a menudo contamos, es suficiente tener cuatro patas, mucho coraje y una enorme lealtad hacia las personas que amamos. Zelda, de hecho, es una hermosa perrita que se convirtió en protagonista de un gesto increíble para encontrar el camino a casa y abrazar finalmente a Seneca Krueger, la mujer que la había salvado.
via Wags and Whiskers Animal Rescue of MN
La mujer, por trabajo, ayuda a perros necesitados, maltratados o abandonados a que encuentren nuevamente el coraje de confiar nuevamente en las personas. Con Zelda no ha sido fácil, dado que la perrita, cuando la encontraron, estaba muy nerviosa y desconfiada. Lentamente, viviendo junto a Senecea, Zelda logró tranquilizarse, recuperando una condición de normalidad. Ha sido en ese instante donde la mujer decidió que era justo el momento de encomendarla a una familia nueva, que le daría todo el amor y la protección que merecía: su misión como "educadora" había terminado. O al menos así lo creía...
Luego de haberla acompañada a sus nuevos dueños adoptivos a 65 km aproximadamente de la casa, Seneca se separó de Zelda, con mucha dificultad. La emoción ha sido muy fuerte y no sólo para la mujer. La perrita, luego de 10 días del traslado, se fugó de su nueva casa y los nuevos dueños le han advertido inmediatamente a Seneca sobre su desaparición. La mujer no ha perdido tiempo y comenzó a buscarla de inmediato, desesperada porque mientras tanto las temperaturas comenzaban a bajar y los días eran cada vez más fríos. Junto a ella, se movió un grupo entero de voluntarios.
Mientras las búsquedas seguían sin parar, Seneca se entera que Zelda había sido vista en Minneapolis, osea a mitad de camino entre su casa y la nueva casa adoptiva de la perrita. En ese momento entendió todo: su amiga de cuatro patas estaba tratando de regresar junto a ella.
La esperanza de volverla a ver y poderse abrazar nuevamente se encendió rápidamente, hasta que una pareja del vecindario la contactó para decirle que habían visto un perro callejero muy similar a Zelda. Los dos lograron llevarla con ellos y una verificación rápida del chip ha dado la respuesta tan esperada: aquella perra era de Zelda, cansada, probada y delagada luego de haber recorrido casi 65 km para regresar con la mujer que la había salvado.
Luego de 97 días, Seneca pudo abrazarla nuevamente, formalizando la adopción a su nombre. Ambas no podrían ser más felices: Zelda recibió todos los cuidados necesarios, repuso sus fuerzas, es amada y se encuentra segura con su "mamá" de dos patas.
Lo que cumplió es una hazaña increíble, por decirlo de alguna manera y lo mínimo que su amiga humana podía hacer era llevársela, para su inmensa alegría. ¡No hace falta otra cosa más que felicitar a esta determinada y valiente perrita!
Wags and Whiskers Animal Rescue of MN