Roba la silla de ruedas eléctrica a un niño discapacitado de 9 años: identificado y arrestado
Para un niño con graves patologías incapacitantes, la silla de ruedas eléctrica y el sillón de colocar en el automóvil son cosas verdaderamente importantes; sin ellos, quien tiene una discapacidad física no podría moverse libremente en el interior de las paredes de la propia casa, ni ser acompañados afuera por los padres o de sus asistentes para dar un paseo, o consultas médicas u otras actividades. Piensen en la rabia de los padres ante la noticia que el asiento especial de su hijo repentinamente se lo habían robado.
En la noche entre el 8 y el 9 de junio del 2018, Luvidine Guillot, la mamá del pequeño Enzo, ha sido víctima de un robo malvado en el estacionamiento bajo su casa, en la ciudad de francesa de Rouen. El automóvil de Ludivine había sido robado: faltaba la apelación de la carta de discapacidad del niño de 9 años, el asiento especial adaptado, las cintas para bloquearlo y sobre todo la silla de ruedas eléctrica, equipo esencial para los diferentes movimientos fuera de la casa para Enzo.
El niño de Rouen sufre de síndrome de San Filippo, una enfermedad neurodegenerativa que no le permite de moverse; con este robo repentino y toda la familia conmocionada, Enzo no se habría podido mover de la casa, visto que una silla de ruedas eléctrica del estilo ha sido construida adaptándose a la necesidad física del niño: Enzo pesa de hecho 25 kilos y la silla eléctrica había sido realizada especialmente para realizar sus movimientos fuera de la casa.
Una silla eléctrica del estilo es muy costosa, porque puede llegar al precio de 1650 euros de los cuales 600 es a cargo de la familia y el resto pagado por previsión social.
Después de las sentidas apelaciones de la mamá sobre la página de Facebook "De l'espoir pour Enzo" la solidaridad de los vecinos, de los parientes, de la comunidad de la ciudad de Rouen y de los usuarios de las redes sociales se ha hecho sentir de inmediato gracias a los gestos de generosidad de muchos anónimos. Pero la compra de una nueva silla de ruedas eléctrica al final no ha sido necesaria...
Pero al final el ladrón ha sido identificado, arrestado y ha sido castigado con una pena en la cárcel. Un final cargado de justicia por un robo verdaderamente innoble no solo por los daños de una familia en dificultad, sino también por los daños del pobre Enzo, que a solo 9 años se ha visto obligado a no poder salir de su casa por necesidad o consultas médicas porque su equipo especial ¡había sido robado!
Pero todo está bien si todo termina bien para Enzo y su familia; ahora, el niño que hoy tiene 10 años tiene de nuevo su silla eléctrica, el sillón especial para el auto y su permiso de discapacidad para continuar con más serenidad.
Saludos Enzo, ¡todos estamos contigo!