Una joven descubre haber encontrado a su marido por primera vez de vacaciones cuando tenía 6 años
A veces el destino nos tiene reservado sorpresas tan increíbles de hacernos pensar que no pueden ser del todo casuales. Estamos hablando de todos aquellos acontecimientos que tienen el poder de quedar grabados en nuestra memoria y de dejarnos simplemente con la boca abierta.
Ha sido justamente lo que le ha sucedido a Heidi Parker y a Ed Savitt, dos jóvenes que crecieron en realidad de manera distante entre ellos pero que un destino realmente singular ha pensado en unirlos. Hasta aquí pareciera la descripción de una historia de amor normal, pero en realidad la relación entre Ed y Heidi tiene algo màs de particular: antes de encontrarse y de casarse, de grandes, los dos descubrieron que en realidad ya se habían conocido. Muchos, muchos años atrás...
via Independent
Estamos en Inglaterra, y precisamente en la universidad de Newcastle, donde Ed y Heidi vivian en la casa de estudiantes. Ella de Sheffield, él de Putney (cerca de Londres), como muchos otros estudiantes se encontraron justamente en la universidad y, luego de un tiempo, se juntaron. Los dos se convirtieron prácticamente inseparables, hasta que Ed le hizo la fatídica propuesta de matrimonio a su amada.
Todo perfecto y maravilloso, pero lo mejor estaba todavía por llegar. Una noche, en una cena con los padres de Heidi, la mamá de la joven recordó unas vacaciones en familia hecha en 1997 en Turquía, en un pueblo turístico en Bodrum, durante el cual Heidi hizo amistad con un cierto Ed. Curiosa por el asunto, la mamá de Heidi encontró las fotos de la estadía, y descubrió que el joven que conoció en esas vacaciones ¡no era otro que el mismo Ed con el que su hija se iba a casar!
Los dos jóvenes, locamente enamorados y próximos a convertirse en marido y mujer, no se habían entonces conocido en la universidad como pensaban, sino que se habían encontrado por primera vez a miles de kilómetros de distancia de sus casas, cuando Heidi tenía 6 años. Si no es increíble una coincidencia de este tipo, no sabemos realmente que podrá serlo y seguramente es lo que han pensado ambos, decidiendo dar a conocer su maravillosa historia.
El destino había "decidido" desde hace tiempo que Ed y Heide se unieran y a pesar que la joven no recordara aquel encuentro de verano, los dos niños, por la foto de la familia, parecían ya particularmente unidos y en confianza. Los jóvenes, hasta de casados, aman contarles a todos como se conocieron: seguro esta historia se merece un premio por la originalidad y el estupor. ¡No queda otra cosa más que desearles muchos años de felicidad juntos el uno con el otro!