Un perro elige su snack preferido y lo lleva a la caja para "pagarlo", como un verdadero cliente de a 4 patas
Cualquiera que tenga la suerte de tener al lado un perro sabe bien cuanto estos espléndidos animales son capaces de sorprendernos y regalarnos satisfacciones. A veces lo hacen luego de una indicación nuestra, otras veces lo hacen de manera espontánea: y es justamente en este segundo caso que los amamos todavía más, convencidos que, para parecerse más a nosotros, les hace falta solamente hablar.
El simpático y educado Doberman del que estamos por hablarles es un ejemplo perfecto. ¿Pensarían que alguna vez su perro pueda ser capaz de elegir su snack preferido en un negocio, morderlo y llevarlo diligentemente a la caja, donde luego lo pagaría? Si la respuesta es "no", esperen a decirlo y echen un vistazo a la actuación de este perro.
Se llama Kruz, tiene cinco años y estamos seguros que es un perro con las ideas muy claras. Cuando se trata de un bocadillo, sabe exactamente que es lo que quiere y sabe que, con su dueño, puede encontrarlo en el negocio, tomarlo y llevárselo. Sin antes haberlo pagado en la caja, obviamente.
La inteligencia y el ingenio de este perro son evidentes y el video que lo graba mientras está en el supermercado con su amigo humano no podía hacer otra cosa que atraer la atención de muchísimas personas, convirtiéndose en poco tiempo viral en la web.
Kruz hace las compras, literalmente. Deambulando por el negocio, busca y encuentra las delicias que más le gustan, las elige y las lleva a la caja; su dueño las paga y él está listo para devorarlas. Seguramente, un comportamiento como este demuestra un buen adiestramiento del perro por parte de su amigo humano. Tenemos que decir, sin embargo, que no todos los perros logran entrar en una sintonía como él y cumplir estos gestos y costumbres justamente como nosotros.
Este Doberman ya se ha convertido en una verdadera estrella, y es muy conocido también en el supermercado donde ama "abastecerse". Los clientes y los empleados, cuando lo encuentran, se detienen a acariciarlo y a saludarlo y él no podría estar más que contento. No hay dudas: Kruz le ha demostrado al mundo, todavía una vez más, que ¡los perros son verdaderamente regalos preciosos que la naturaleza nos ha dado!