Un hombre de 84 años no logra desalojar a su hija de 49: la batalla legal le costó 70.000 dólares
Cuando se alcanza la vejez, lo único que se quisiera es poder gozar en paz los últimos años de vida. A una cierta edad es inútil entrometerse en cuestiones demasiado complicadas, más bien es preferible dejar pasar las cosas y descansar lo más posible. Tal estilo de vida, sin embargo, no parece coincidir con el de Peter Grundy, un hombre australiano de 84 años que desde hace más de 8 años intenta desalojar a la hija Katrina, de 49, de su casa. Parece que para el hombre anciano no hay paz desde que su mujer no está.
via Metro
Peter quisiera solamente vender su casa e irse a vivir a un hogar de ancianos, sin preocupaciones, pero la hija Katrina, una mujer de casi 50 años que todavía vive con él, no le permite deshacerse de la casa, argumentando que es de su propiedad. En todos estos años de disputas legales, Peter ha desperdiciado cerca de 70.000 dólares australianos (£38.000), recurriendo a todo tipo de aspecto legal.
Katrina, según ella, afirma de haber recibido como regalo esa casa justamente 8 años atrás, en un video, un periodista que la entrevista le dice claramente que esta casa no le perteneces, mientras agita el documento que lo certifica. Katrina no parece muy contenta de esa afirmación y permanece titubeante, casi sin responder.
El abogado que representa legalmente a Peter, Justin Lawrence, ha declarado: "Ella no se irá, pero cada día que pasa es una injusticia para Peter".
Esperemos que se esclarezca esta triste historia que ha llevado al deterioro de la relación entre un padre y una hija.
