Si te gustan mucho los girasoles, esto podría revelar algunos aspectos de tu personalidad
Entre las flores más amadas y coloreadas de siempre están sin dudas los girasoles. Grandes, con pétalos de color amarillo brillante, siempre besados por el sol y altos y orgullosos de su largo tallo; cuando vemos un girasol o nos acercamos a él, la positividad, la luminosidad y una nueva energía vital se introducen en todo el cuerpo, regalándonos serenidad y alegría de vivir. ¿Sabían que regalar o comprar un girasol puede significar que somos de un carácter muy positivo y siempre sonriente?
via Flora Queen
Si, porque regalar esta extraordinaria flor a las personas más queridas nos hace solares, siempre positivos, orgullosos y generosos: ¡Justo como un girasol que abre sus pétalos amarillos a los rayos del sol todos los días!
Las personas que aman estas flores están hechas así: siempre enérgicas y solares, para ellos no existe el mal tiempo, sufrimientos o dolores que puedan intervenir en sus vidas; saben siempre levantarse con determinación renovada, con la mirada de orgullo frente al Sol. Además, estas personas son como los girasoles: el color amarillo de sus pétalos recuerda el de la vitalidad, de las ganas y de la alegría de vivir y saborear cada momento de la vida, ya sea lindo o malo.
Las personas que aman estas flores particulares son extremadamente generosas; regalar un girasol de hecho es casi un acto de altruismo y de "pasaje" de energía de una persona a la otra; significa regalar una parte de la propia energía vital a la persona que estamos haciéndole este precioso regalo.
De hecho, regalar un girasol a una persona muy querida es un gesto que vale más que mil palabras: quiere decir poner la máxima confianza hacia aquella persona y darle un regalo maravilloso, el de la energía, de la larga vida, del orgullo, de las ganas de afrontar siempre con una sonrisa las dificultades de la vida, con los ojos apuntando al Sol. ¡Justamente como un girasol!