El enhebrador: los objetos del pasado que eran usados por nuestras abuelas para aprender a coser
El avance veloz y progresivo de la tecnología en cualquier ámbito de la vida está convirtiendo siempre más "fácil" e inmediata nuestra cotidianidad; desde celulares a computadores, desde las nuevas formas de comunicación, hasta los últimos modelos hiper galácticos de electrodomésticos. La nueva tecnología por una parte convertirá ciertamente la vida más fácil, pero por otra cancela temporáneamente de la cabeza las viejas tradiciones, los remedios de la abuela, todo aquello que en el pasado se podía hacer y realizar sin la ayuda del nuevo avance tecnológico.
No es casualidad de hecho que sobre todo las nuevas generaciones de jóvenes no sepan ni siquiera como realizar tareas domésticas más complejas, o que no tengan idea de como era la vida de todos los días del pasado y las herramientas. Muchos de los jóvenes de hoy seguramente no recordarán los llamados "enhebradores". Estas herramientas que ya no se usan, que tenían la forma distintiva de una moneda brillante o de un broche, servían para pasar el hilo en el ojo de la aguja.
Muy usados en el pasado por mujeres que querían aprender a trabajar con hilo y aguja, estos objetos que hoy llamaremos "vintage" estaban presentes en las casas de muchas familias.
Con el tiempo, los enhebradores han tomado muchas formas diferentes, sin embargo, en los años del pasado que no regresarán más, muchas casas tenían estos extraordinarios objetos de forma similares a una moneda o un broche en el inolvidable kit de costura de las madres, o porqué no, de las abuelas: una aguja, una cinta métrica, tijeras, alfileres ¡y alfiletero!
Objetos de un pasado que díficilmente regresarán, en una realidad contemporánea en donde el arte de coser en casa cada vez difícil traspasarlo de abuela a madre y de madre a hija. Los enhebradores son ciertamente instrumentos que no se usan más, escondidos dentro de algún contenedor con polvo de la abuela, pero que guardan en su aparente banalidad tesoros de recuerdos y sabiduría de tradiciones pasadas que siempre es lindo recordar una vez cada tanto.
